CALIBRE POLÍTICO… COLUMNA
RESULTADOS. – Aunque los números oficiales se darán a conocer a media semana, la tendencia es clara: Movimiento Ciudadano se hizo con el triunfo en las dos posiciones locales: alcaldía y sindicatura, porque en el noveno federal, María de Los Ángeles Gutiérrez lleva una muy amplia ventaja y en cuanto al 21, Piñón se impuso sobre Amín.
ALCALDÍA. – La clave siempre fueron las estructuras y el equipo naranja, el que está en el poder, demostró que, a pesar de claras deficiencias, conserva su operatividad. Sin embargo, sí se llevaron buen susto, ya que a escasos 60 minutos de que cerraran las casillas, andaban urgiendo a salir a votar, pues nunca la vieron fácil y la muestra está en que la ventaja es de menos de tres mil votos, por lo que no pueden presumir de un apoyo holgado.
JURADO. – El talón de Aquiles de Miguel Jurado Prieto siempre fue la división de grupos: por un lado, los priistas y por otro al que llamaban Grupo Jurado, estos últimos muy chambeadores, sí, pero con clara inexperiencia en el tejido fino de la política y con una pizca de soberbia al pensar que podían solos y que no necesitaban al partido para ganar. La noche del domingo 6 de junio se dieron cuenta que nunca fue así y que les faltó inclusión.
CULPAS. – Las derrotas siempre son huérfanas y el buscar culpables no lleva a ningún lado. Ellos saben quiénes no trabajaron o al menos no lo suficiente o peor aún, no traían lo que presumían y eso se reflejó en las urnas. Aunque, hay que decirlo, la influencia de la imposición del miedo a través de los grupos de choque fue muy alta para inhibir no solo el voto, sino la promoción del mismo, pues no fueron pocos los operadores que dejaron de trabajar a consecuencia de la violencia registrada desde temprano.
DOCEMIL. – En un principio, antes del 29 de abril que comenzó la campaña, a Jurado Prieto se le exhibieron los números reales del alcance que traía el partido en ese momento, debido a que venía de dos derrotas consecutivas y, aún con los menos de 8 mil votos de José Luis Martínez, quien tiene el deshonroso puesto de haber sido el candidato priista con menos respaldo ciudadano, las cuentas daban para obtener 12 mil votos en las urnas, más lo que sumara el trabajo y claro, la figura del abanderado.
INCRÉDULO. – Pero Miguel no lo creyó, se le hizo poca cosa, puesto que su estructura, la del Grupo Jurado, le prometía 22 mil, cuando menos. ¿El resultado? 11 mil sufragios el 6 de junio, prácticamente los mismos que le presentaron en el PRI en un principio. ¿Y los otros 11 mil? La simulación sigue siendo la moneda de curso en el tricolor, sino, pregúntenle a Betty La Fea, cuyo nombre, literal, aparecía en la lista de promovidos. Suena a chiste, pero es anécdota, como dice un standupero.
CHAVA I. – Quedó de manifiesto lo que siempre se dijo en esta columna y que molestaba al Ingeniero Calderón cada vez que lo leía: por más crecimiento que registró, no le alcanzaba para ganar, pero se creyó que sí podía y se topó con la dura pared de la realidad y con el programa de resultados preliminares que por momentos lo envió al cuarto lugar, incluso por debajo de Hugo Moreno, el de Morena, quien, bajita la mano, también dio la sorpresa.
CHAVA II. – El hubiera no existe, pero de haber dejado de lado el ego y concretado la alianza con Jurado, con eso habría bastado para alzarse con el triunfo, ya que los votantes de Chava y Miguel eran los mismos en su gran mayoría, pero yendo separados, beneficiaron a César Peña y, aunque ambos lo sabían y hasta lo platicaron, jamás quisieron ceder en la fallida negociación.
ESTRUCTURA. – Si el Inge Calderón pretende continuar en la política, debe considerar que la estructura con la que cuenta, no le pertenece, pues son operadores de oportunidad que cambian de ideales como de calcetines y que regresarán al PRI tras la derrota de Miguel Jurado y de la mano de Pedro Villalobos, quien reclamará sus fueros en el Comité Directivo Municipal, aunque no de manera inmediata ni en su persona, pero seguro buscará quedarse con el partido en el mes de agosto a través de alguno de sus fieles escuderos y con la sonrisa de oreja a oreja de haber logrado desfondar el proyecto del león.
OLIVAS. – De pena ajena el candidato panista y su yo-yo que le caracteriza y que lo llevó a la derrota. Humberto Olivas se contó un cuento y se lo creyó. De ser el más experimentado en cuanto a política, fue el que más fallas tuvo, producto de su egolatría y de pensar, ilusamente, que Maru Campos le arrastraría como sucedió con Marco Bonilla en la Capital. En Parral, la historia fue muy diferente y el exdiputado se disputa el quinto lugar con Hugo Moreno.
REGIDOR. – Tres días antes de las votaciones, a Humberto Olivas se le bajó un candidato a regidor, Memo, el de San Andrés, quien buscó por igual al PRI y al PES para prometerles la mitad de los votos de ese albergue, pues la otra mitad, se suponía, los tenía Miguel Jurado con Lucrecia, quien iba en su planilla como regidora.
MEMO. – Si el gobernadorcillo de San Andrés ya venía de desilusión en desilusión con Olivas Caraveo, la gota que derramó el vaso fue la omisión del candidato panista de extenderle la invitación al cierre de campaña en el que estuvo presente Maru Campos y haberse disculpado con un “se me olvidó”, razón suficiente para que Memo tuviera acercamientos con los tricolores y los morados. Quien sabe a cuál les daría su voto, pero queda claro que, al PAN no.
OPORTUNIDAD. – Para no dejar nada en el tintero azul a nivel local, Manuel Humberto perdió la oportunidad de formar parte del gabinete estatal por aferrarse a una contienda en la que nunca tuvo oportunidades, porque, como ya lo mencionamos, hasta Hugo Moreno, por quien no daban tres centavos, lo rebasó, y ni qué decir de Chava que se coló a la tercera posición. Y es que, como también lo adelantamos aquí, Maru Campos le ofreció a Olivas Caraveo la Recaudación de Rentas para que se bajara y apoyara a Miguel, pero ni así.
DISTRITO. – Al inicio del conteo de salida en cuanto al Distrito 21, Amín Corral se despegó de inmediato de sus contrincantes por más de 10 puntos porcentuales y, por momentos, la maestra Martha Carrasco, de la coalición formada por Nueva Alianza, Morena y el PT, ocupó el segundo lugar, incluso por encima de Edgar Piñón, por increíble que parezca. Ya al amanecer del lunes 7 de junio, el candidato priista le había dado la vuelta al marcador rebasando a Carrasco y arrancándole el efímero gusto del gane a Amín.
PIÑÓN. – La votación no es comparable con la de Parga y Betty, ya que el profe llegó a la curul con 28 mil votos y la actual legisladora se hizo de la pluri con 22 mil. Ahora Piñón gana con apenas 18 mil votos, menos que con los que perdió Chávez Mata. Es decir, se quedó abajo de Betty por unos 4 mil sufragios, así que no resultó tan bueno como para presumir, sin mencionar que la diferencia con el profe Parga es de más de 10 mil votos.
RESPALDO. – Pero tampoco César Peña puede presumir de llegar con mayoría a la alcaldía, porque 13 mil votos, de un universo de más de 82 mil electores, de los cuales votan unos 45 o 49 mil, el candidato naranja solo obtuvo 13 mil voluntades, lejos, muy lejos de los 22 mil con los que ganó Lozoya la primera vez y ni qué decir de los 32 mil con los que se reeligió. Malos números si recordamos que a Primo Armendariz no le alcanzaron 17 mil para ganarle al Caballo.
ORO. – La profecía se cumplió y San Francisco del Oro tendrá su primer gobierno petista en la figura del profe Huerta, al que vieron chiquito y orejón en el PRI a sabiendas de su popularidad. Él lo dijo, palabras más, palabras menos: “seré quien le dé al PT su primer Presidencia Municipal” y lo cumplió, mandando a Griselda Fontes al tercer lugar, porque la priista nunca aceptó la alianza con Rafa Montoya, del Verde, quien quedó en segundo, pero cuyos votos en conjunto habrían superado a Huerta. Otra vez: el hubiera no existe.
SANTA. – Ricardo Salcido estuvo a poco de ganarle a Toño Bilbao, pero finalmente el priista se hizo con el triunfo y obtuvo el refrendo de confianza de los santabarbarinos para otros tres años. Sin embargo, Richard ya se midió y quedó picado del gusano de la política, sabedor de que la labor social impacta de forma positiva en la ciudadanía, por lo que no debemos darlo por descartado para un futuro.
BETO. – El que también insistirá, pero ya con una influencia sumamente disminuida, es Beto Rodríguez, con eso de que la tercera es la vencida y él nomás la primera ganó, pues el pueblo ya le dijo dos veces que no, aunque luego cada quien entiende a conveniencia y seguramente continuará como el opositor número uno de Bilbao. Eso de que era el mejor alcalde del estado, ni Corral se la creyó cuando se lo dijo.
SIERRA. – Aunque digan que no, muy buenos sustos le arrimaron Morena y el PAN al PRI en la sierra, primero en Guachochi con un Pablo Moreno que le traía marcaje personal a Pepe Yáñez, y también en Guadalupe y Calvo, con un Chu Velázquez que ocasionó dos o tres dolores de cabeza al equipo de Chacho. Al final de la jornada los dos municipios siguen siendo priistas, pero ya no deben mostrarse tan confiados y desde ya deben ponerse a darle mantenimiento a la estructura y recuperar a los que se hayan ido. Deben caber todos.
BALLEZA. – En Balleza nunca hubo duda de que Augusto Medina sería el vencedor. Este municipio sigue siendo priista o de los Medina, que no es lo mismo, pero es igual. Los hermanos llevan años en una racha ganadora porque han sabido cómo negociar con la dirigencia estatal del partido, con independencia de quien esté en ella, además de que mantienen el control sobre Balleza, al grado que resultaba complicado responder quienes eran los candidatos de Morena o del PAN, porque no andaban en el radar.
GOBERNADORA. – Chihuahua tendrá por primera vez en la historia una mujer al frente del gobierno en la figura de Maru Campos Galván, quien, aunque suene irónico, le debe su victoria en gran parte a Javier Corral. No solo la victimizó, sino que le obsequió más publicidad de la que ella pudiese haber pagado, puesto que a diario aparecía en medios, incluyendo el portal oficial de Gobierno del Estado “Cambio 16”, mismo que tuvo que suspender el gobernador, derivado de una denuncia de Maru.
PERDEDOR. – El gran perdedor no es Juan Carlos Loera, sino Javier Corral, al que Campos Galván le ganó de todas, todas, con excepción de uno o dos amparos. La batalla legal se la llevó Maru y se hizo de la candidatura, llegó a la campaña, estuvo en las boletas y fue votada. Corral Jurado no vio la suya nunca y no quiso darse cuenta que él fue un factor determinante para el triunfo de ella. La hizo ganar, pues.
JUÁREZ. – Cruz Pérez Cuéllar tiene todo para apersonarse frente al presidente de México y exponerle sus números arrasadores en Ciudad Juárez, para hacerle ver a López Obrador que se equivocó de candidato a la gubernatura de Chihuahua. Por otra parte, Adriana Fuentes, con resultados de vergüenza para una Presidencia Municipal de ese tamaño: ni 10 mil votos para el PRI y siguen creyendo en ella. En lo que respecta a González Mocken, también se confió del “efecto Maru”, pero no le alcanzó. Cruz era un rival tamaño gobernador.
ZACATECAS. – Morena ganó la gubernatura en Zacatecas con David Monreal, hermano de Ricardo, el coordinador de los senadores morenistas. ¿Por qué importan los resultados de aquel estado? Porque Omar Bazán, exdirigente del PRI en Chihuahua, fue el coordinador de campaña de la candidata priista de allá, presumiendo antes de tiempo que habían ganado. Nada. Regresa con malas cuentas y junto con él, Pedro Villalobos, quien fue designado como delegado especial en Zacatecas. También allá perdieron.
DOMÍNGUEZ. – Alex Domínguez apostó a Morena y perdió. El presidente del Comité Directivo Estatal del PRI operó para Marco Adán Quezada en la capital y para Loera en la gubernatura, a sabiendas que su madrina política, Chela Ortiz, no tenía ninguna posibilidad y más aún cuando esta declinó por Maru Campos, a quien Alejandro tiene demandada por los cheques de la nómina secreta. ¡Para sorpresas no saca uno!
MARCOS. – Se esperaba una final más reñida entre los Marcos en Chihuahua, pero no, Bonilla se llevó tres a uno a Quezada, al que nomás la fama le queda, por más sonriente que sea. De Sergio Carrillo ni hablar con su 4% de votación, ni siquiera vale la pena abundar en los porqués.
RESUMEN I. – El PAN por sí solo logró meter al Congreso del Estado a 6 diputados, mientras que, en alianza con el PRD, se sumaron 6 más para un total de 12. Por su parte, por la vía de la mayoría relativa, Morena metió a 7 y uno más en coalición con el PT y Nueva Alianza. Todos ellos en los distritos de Ciudad Juárez. Finalmente, el PRI subió de 1 a 2 diputados “por tierra”, en comparación con la elección de 2018, ahora con Edgar Piñón en el Distrito 21 y con Noel Chávez en el 22.
RESUMEN II. – Aunque pudiera no parecerlo, el Revolucionario Institucional sorprendió al llevarse la mayoría de las presidencias municipales, ya que fueron 28 en total. El segundo lugar es para el PAN con 13 alcaldías, seguido por la coalición que hizo con el PRD con 6. El cuarto puesto lo ocupa Movimiento Ciudadano con 5 alcaldías, mientras que la coalición entre Morena, PT y Nueva Alianza logró 4. Se antoja difícil que haya cambios con el cómputo al 100 por ciento. Con tres municipios cada uno están el PRD y Verde Ecologista; Morena en solitario logró dos; y finalmente el PT y Nueva Alianza en solitario, lograron una alcaldía cada uno.
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