A pesar de las detenciones violentas por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional, los migrantes que se encuentran varados en Tapachula, Chiapas, intentarán de nuevo avanzar al norte de México, el sábado, 4 de septiembre.
Al ser cuestionados por Radio Fórmula el porqué lo hacen, aseguran que no tienen nada que perder y afirman que en Tapachula no hay nada para ellos.
“(Los migrantes) señalan que aquí no tienen trabajo; venden refrescos, cocinan en la calle para consumo propio y venta, se emplean de lo que sea”, contó el reportero Marco Silva al noticiero “Por la mañana” de Radio Fórmula.
Ayer por la tarde, las autoridades mexicanas dispersaron la tercera caravana migrante que partió en días recientes del municipio mexicano de Tapachula.
Esta tercera caravana salió este miércoles, primero de septiembre, de Huixtla rumbo al norte del país por la costa de Chiapas, pese a la presencia de operativos del Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional.
A las 05:00 horas de la mañana empezaron la ruta rumbo a Mapastepec, donde arribaron las dos últimas caravanas antes de ser disueltas por las fuerzas de seguridad.
Los migrantes, quienes viajaban ya cansados, tenían lesiones en la planta de los pies y en los dedos, sin que ello impidiera su avance. Pero el operativo federal inició a unos tres kilómetros de Escuintla —un municipio antes de Mapastepec— sobre el tramo carretero.
En ese punto, elementos de migración detuvieron a unos 20 migrantes y ello llevó a la dispersión, en medio de empujones, del resto de miembros de esta caravana, conformada todavía por al menos tres centenares de personas.
Además, el personal de migración destinado en Escuintla inició con búsquedas en hoteles de migrantes que estén hospedados en esa ciudad costeña.
En la última semana habían salido tres caravanas desde Tapachula con varios centenares de migrantes, en su mayoría haitianos, centroamericanos y venezolanos, pero las fuerzas de seguridad las disolvieron.