Narra jovencita cómo se convirtió en sicaria a los 13 años
Ciudad de México.- Pese a que la proporción de niñas reclutadas por la delincuencia organizada es menor que de los niños, un 15% frente a un 85%, éstas realizan los mismos crueles trabajos que se encargan a los hombres, según un estudio de Reinserta.
Todo puede comenzar con la violencia familiar, luego la calle, las drogas, el robo, el asesinato e incluso el cruel descuartizamiento de seres inocentes sin sentimiento de culpa alguno.
Tal fue el caso de Vania, quien fue detenida a los 15 años por un homicidio, pero no fue su primer asesinato.
"Le empecé a quitar la piel, los ojos, la mandíbula, le rompí el cráneo, le saqué el cerebro”, por este homicidio Vania fue detenida a los 15 años. Aunque no era su primer crimen, a los 13 ya trabajaba para un cártel. Este es otro testimonio que obtuvo @Reinserta: pic.twitter.com/rNMZN8ctWB
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) October 16, 2021
De acuerdo con el reportaje Menores involucrados en la delincuencia organizada, transmitido en el espacio informativo de Ciro Gómez Leyva, en Imagen Noticias, Vania se unió a la delincuencia para subsistir.
A los 11 años se quedó sola en Ecatepec. Su padre se fue de la casa después de casi matarla a golpes, su madre decidió seguirlo y dejar solas a sus dos hijas. Poco después, la hermana mayor de Vania también se fue y tuvo que buscarse la vida.
Una parte cruel de la vida real, Vania contó cómo era ese trabajo encomendado: le corté toda la cabeza con el vidrio. Todo, todo, lo degollé. Agarro su cabeza, lo agarro de las orejas y le dije que eso le pasaba por pasarse conmigo y había una varilla, la clavé, le empecé a quitar la piel, los ojos, rompí el cráneo, le saqué el cerebro y así se quedó.
A los 13 años, Vania se enteró de que estaba embarazada, tenía 5 meses, y decidió dejar de drogarse; su bebé nació sano, pero después siguió con enervantes.
Con información de Excélsior