Tiendas “chinas” no facturan ni aceptan pagos con tarjeta
Mientras Parralenses pagan impuestos; comerciantes aseguran que ellos los evaden
Parral.- La inconformidad que ha causado entre los comerciantes locales la instalación en Parral de varias negociaciones operadas por personas de origen chino, provocó que este medio de comunicación emprendiera un sondeo entre las mismas para conocer, de forma generalizada, parte de su operación.
Resulta que al pretender realizar una compra pagando con tarjeta de crédito o débito, al menos tres de estas “tiendas chinas” afirmaron no contar con terminal para aceptar la transacción.
Después, se solicitó factura por la compra y las dependientes dijeron no proporcionar ese servicio, por lo que se pidió hablar con la persona encargada o gerencia, misma que fue negada y, en un tercer intento de obtener información, se preguntó por un número de teléfono de atención al cliente, lo que de igual forma, se respondió que tampoco podían proporcionar alguno.
Lo anterior desata una serie de cuestionamientos sobre la operatividad que pudiese estar al margen de la ley, así como la forma en que cumplen con sus obligaciones fiscales y el pago de impuestos, si no demuestran de forma clara sus ingresos, ya que al recibir únicamente efectivo, las declaraciones que emitan ante Hacienda podrían ser manipuladas a conveniencia.
El comercio local formal ha expresado en repetidas ocasiones su preocupación por las condiciones de competencia desleal en las que, aseguran, se encuentran frente a la entrada sin control de comerciantes chinos, no por rechazar la competencia, sino precisamente porque las obligaciones fiscales de éstas no están del todo claras, al prescindir de uno de los principales requisitos que marca la ley, como lo es la expedición de facturas electrónicas.
Los mismos comerciantes locales consideran estar en desventaja sobre los precios ofrecidos en productos similares y, ante la ausencia de un empleado con jerarquía para informar sobre el régimen fiscal al que pudieran estar inscritos estas negociaciones, la especulación sobre la permisividad de las autoridades, se hace manifiesta, por lo que urge información clara sobre las condiciones en que funcionan “los chinos”.