“En algunos lugares, personas actúan pensando que se debe cuidar una región”, dice AMLO sobre retén en Sinaloa
El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el retén de hombres armados que el viernes detuvo un vehículo en el que viajaban periodistas que cubrían sus actividades en Sinaloa.
Tras los hechos, entrevistado este fin de semana, dijo que retenes así se hacen en otras partes del país y, si bien no deberían ocurrir, los instalan personas que buscan proteger sus regiones.
“Hay en algunos lugares del país, no solo en Sinaloa, personas que están actuando pensando que se debe de cuidar una región, que no lleven armas, y a veces hay confusiones pero en general todo bien”, declaró a medios.
Este lunes, aseguró que se hizo “un escándalo” por el retén y que el hecho fue utilizado por sus adversarios políticos para atacarlo.
Durante su conferencia mañanera, el mandatario señaló que sus opositores acusaron que el retén prueba que su gobierno tiene pactos con el crimen, cuando no es así.
“(Se hizo) un escándalo por un retén, esa era la nota principal, y difundir de que hay acuerdos con la delincuencia. Pues no, tuve que decir que yo no era (el expresidente Felipe) Calderón, porque no soy Calderón, él pactó con la delincuencia y él tenía a (Genaro) García Luna de jefe de seguridad y él, en vez de atender las causas que originan la violencia, declaró una guerra”, dijo el presidente.
“No somos lo mismo, y él (Calderón) permitió de que hubieran masacres, pero los muy cretinos conservadores piensan que es lo mismo”, insistió.
El viernes, en la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo, hombres armados detuvieron un vehículo donde viajaban periodistas que cubrían las actividades del presidente.
Esto ocurrió en una zona con actividad de grupos del crimen organizado, en particular, del Cártel de Sinaloa.
Al respecto, el presidente dijo el sábado que “no pasó nada” y que no hubo “ningún problema” con la prensa.
El hecho se da en un contexto en el que el gobierno de López Obrador es criticado por la estrategia que el mandatario define como de “abrazos, no balazos”, en la que afirman privilegiar el combate a la pobreza y la desigualdad como causas de la delincuencia por encima de los operativos frontales.
Pese a esto, la administración de López Obrador se ha negado a retirar a los militares de las calles y de la atención a las tareas de seguridad pública, algo que también hicieron sus antecesores Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Con información de: animalpolitico.com