Nueva casa de los horrores; rescatan a 10 niños de sus padres
California, Estados Unidos.- Un nuevo caso de abuso infantil como el que perturbó a medio mundo hace unos meses en Perris (California) ha vuelto a salir a la luz. 10 niños, de entre cuatro meses y 12 años, fueron rescatados el pasado 31 de marzo de su propia casa en condiciones insalubres y con signos de haber sido golpeados y torturados.
El caso recuerda bastante al de los Turpin, el matrimonio que mantenía encerrados a sus 13 hijos. También ha sucedido en California, aunque en la ciudad de Fairfield. Según van pasando las semanas se van conociendo más detalles de lo que en esta casa de los horrores aconteció. Los padre, Jonathan Allen, de 29 años, e Ina Rogers, de 31, se han declarado inocentes.
Las alarmas saltaron cuando Ina Rogers llamó a la policía tras la desaparición del hijo mayor. Cuando las autoridades se presentaron en la casa, se encontraron a nueve niños con quemaduras, golpes y heridas producidas por disparos con pistolas de perdigones.
Las condiciones en las que vivían eran insalubres. Según el testimonio de los agentes, había comida en mal estado por toda la casa y el suelo estaba cubierto tanto de heces de animales como de los propios inquilinos de la casa.
Cuando la policía pidió explicaciones, la madre aseguró en rueda de prensa que la casa se encontraba en esas condiciones porque había gastado todos sus esfuerzos en encontrar a su hijo desaparecido y que si los chicos tenían heridas era porque “eran niños”, no porque los hubiesen maltratado.
Después de semanas de interrogatorios a ocho de los 10 niños. El padre fue arrestado el pasado viernes y se le impuso una fianza de 5.2 millones de dólares. Jonathan se declaró inocente de siete cargos de tortura y nueve cargos de abusos de menores. La madre, por su parte, fue arrestada por negligencia el mes pasado y puesta en libertad después tras pagar una fianza de 10,000 dólares.
La abuela materna, Wanda Rogers, ha salido estos días a escena, ya que la familia está en el foco mediático, para llamar “monstruo” a su yerno. “Cogía el bebé y le golpeaba en la cara. Le ponía cinta adhesiva en la boca para que se callara”, ha dicho.
Con información de: laopciondechihuahua.com