Recibió Lozoya el estandarte de la XXIII Cabalgata Villista
El tradicional acto implica el cruce de la Columna Villista del Municipio de Zaragoza a Parral, con el recibimiento de los cabalgantes en la comunidad de Zapién, donde descansarán para continuar mañana miércoles hasta Maturana.
Hasta el momento la suma es de cinco jornadas a caballo con recorrido promedio de 30 kilómetros diarios, de la Capital a Parral, sin dejar de lado la vertiente Juárez, que se suma desde el antiguo “Paso del Norte”, recorriendo 580 kilómetros hasta la Capital del Estado y luego el trayecto a Parral, con 220 kilómetros más.
La proeza en sí, lleva 23 años llevándose a cabo, a partir de la iniciativa del extinto licenciado, José Socorro Salcido, enfrentando desde la vicisitud económicas, climáticas y el operativo para garantizar la seguridad de los “Dorados de Villa” y sus “Adelitas”, que no son pocas, y hasta “chilpayates” que vienen en el gran contingente.
El gusto por el evento que gira en torno a la figura de “Francisco Villa” y su deceso en Parral, el 20 julio 1923, ha rebasados fronteras y año con año miles de visitantes del Estado, la República y el Extranjero, acuden a presenciar el gran espectáculo de la llegada de la columna de la “Gran División del Norte”, a la tierra que le gustó a “Pancho Villa”, hasta para morir.
El gran arribo de la Cabalgata Villista se dará el próximo jueves 19 de julio, cubierta la jornada de Zapién a Maturana y de Maturana a Parral, para que de nueva cuenta el espíritu del “Mexicano más famoso en el mundo”, ingrese a Parral con sus “muchachitos” por la vía corta a Chihuahua, acompañado por el Gobernador, Javier Corral y el Alcalde, Alfredo Lozoya, haciendo recordar sus hazañas un día antes de ser asesinado cobardemente en el cruce de las calles Gabino Barreda y Juárez.
“Villa”, en espíritu, recorrerá las principales calles de la ciudad llevando los ideales de una lucha armada que costó miles de vidas, buscando romper con la desigualdad social de un pueblo oprimido y explotado, que clamaba justicia poniendo la vida como precio.