En 20 años aumentaron 570% los homicidios por arma de fuego en México, alertan organizaciones civiles
En los últimos 20 años, los homicidios por arma de fuego en el país crecieron 570 %, de acuerdo con un informe publicado por la Comisión Mexicana de Defensa y Protección de los Derechos Humanos (CMDPDH), así como por las organizaciones Latin America Working Gropu, Stop US Guns to Mexico y Open Society Foundation.
El documento Violaciones graves a los derechos humanos: el tráfico legal e ilegal de armas en México advierte que solo durante 2017, cerca de 46 personas fueron asesinadas cada día en el país, sin que la mayoría de los casos fueran investigados, sin un llegar a un juicio o sentencia para algún responsable.
El informe también analiza el impacto de la comercialización, el robo y la pérdida de armas en hechos violentos en México, por lo cual emitió recomendaciones. Incluso, destaca que la elección de un nuevo gobierno es una oportunidad para cambiar el curso de las estrategias de seguridad “y dejar de depender de la adquisición de armas para lograr reducciones en la violencia”.
Tamaulipas, un foco rojo
Las organizaciones civiles afirmaron haber examinado la violencia registrada en la frontera de Tamaulipas con Estados Unidos, donde del 2000 al 2015, más de 30 mil armas ilegales fueron recuperadas.
Detectaron que hay una preferencia de las organizaciones criminales por las armas largas, debido al monto recuperado, especialmente de los rifles de asalto.
“Durante 320 días (entre 2016 y 2017) los militares recuperaron 601 armas de fuego en Tamaulipas, una vez más que en cualquier otro estado. Esto no es accidental: Tamaulipas se encuentra al otro lado de la frontera del corredor más activo de tráfico de armas de los Estados Unidos”, advierten los analistas, quienes aseguran que Texas fue la principal fuente del crimen organizado al proveer 41 % de todas las armas enviadas desde 2008 hasta 2014, especialmente de la ciudad de Houston, con más de 300 vendedores de armas autorizados.
La investigación también señala que 463 armas adquiridas por el estado fueron robadas o perdidas entre 2006 y 2017.
Además, cuestiona los medios terrestres por los cuales las armas adquiridas por México pasan la frontera por Tamaulipas, considerando sus niveles de violencia.
“En un estado con fuertes redes criminales organizadas interesadas en armamento y municiones, este parece ser un medio de transporte peligroso”, expone el informe que destaca la cantidad de enfrentamientos armados las fuerzas estatales y grupos delictivos.
El día de ayer la CMDPDH, en conjunto con @LAWGaction, @stopusarmstomx y @OpenSociety presentamos el informe "Gross Human Rights Abuses: The Legal and Illegal Gun Trade to Mexico" sobre el tráfico legal e ilegal de armas.
Puedes ver la presentación ? https://t.co/LsEoahsfDm pic.twitter.com/ihGv6xv17C— CMDPDH (@CMDPDH) August 8, 2018
Robo ‘mortal’ de armas
Sobre el robo y extravío de armas, las organizaciones detallan que solo entre 2011 y 2016, el Departamento de Justicia de Estados Unidos identificó que más de 74 mil (producidas en ese país) fueron recuperadas en escenas del crimen en México
“Estas armas constituían el 70 % de todas las armas de fuego recuperadas y rastreadas en México durante ese periodo. Sin embargo, el número de armas de fuego recuperadas por las autoridades mexicanas ha descendido abruptamente desde 2012, reflejo de la baja prioridad otorgada a la recuperación de armas”, menciona el documento.
Desde 2006, más de 20 mil armas de fuego compradas por policías estatales y federal han desaparecido o han sido robadas, de las cuales siete mil fueron reportadas en la Ciudad de México y el Estado de México, detallan los organismos.
Para las realizadoras del informe, la transparencia en la adquisición de armas es clave en el contexto actual de violencia, pues las que son transferidas legalmente también están involucradas en violaciones a los derechos humanos, debido a la falta de claridad sobre su destino.
Como ejemplo, expuso la agresión a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, en septiembre de 2014, donde la policía de Iguala, una de las responsables en la desaparición de los 43 jóvenes, fue armada con rifles AR6530, una variante del AR-15, legalmente suministrada a través de una licencia.
También mencionó la ejecución extrajudicial de 22 presuntos delincuentes en Tanhuato, Michoacán en 2015 por parte de la Policía Federal, pues se usaron cañones Dillon Aero montados en helicópteros Black Hawk, los cuales disparan 125 balas por segundo. México obtuvo 16 de ellas para el ejército en 2013.
Incluso detalló el impacto de los enfrentamientos militares en las tasas de homicidio, pues aseguran que donde el Ejército sostiene este tipo de episodios aumenta la violencia.
México, el que más le compra armas a EE. UU. en América Latina
En América Latina, México importa más armas de fuego de Estados Unidos que cualquier otro país, pues adquirió un gran número de armas de fuego, municiones, explosivos y piezas de armas, con un promedio de más de 40 millones de pesos anuales desde 2015.
Al respecto, la Sedena aumentó su gasto para la producción de armas a más de 1.4 mil millones de pesos entre 2007 y 2017, según el informe.
“La exportación legal de armas y explosivos desde Estados Unidos a México es la más alta en años, llegando a casi 122 millones de pesos entre 2015 y 2017, según registros comerciales de la Oficina del Censo de EE. UU., más de 12 veces el monto de esas exportaciones en 2002-2004. Este crecimiento coincide con un aumento en la producción propia de armas de México para uso militar”, expone el documento.
Recomendaciones para México
Además de los cambios propuestos a Estados Unidos en la reglas de licencias de exportación de armas, las organizaciones proponen a las autoridades mexicanas cuatro medidas:
1- Reducir las importaciones legales de armas de fuego a niveles menores antes de iniciar la llamada “guerra contra las drogas” con el expresidente Felipe Calderón y la Iniciativa Mérida en 2007 (aproximadamente 10 millones de pesos anuales).
2.- Dar prioridad al cumplimiento de las prohibiciones de armas de fuego en el territorio nacional antes que al control de drogas, especialmente a través de incentivos y recursos de desempeño.
3.- Rendición de cuentas y transparencia de las importaciones legales de armas, a fin de contrarrestar el desvío y robo de armas.
4.- Fortalecer los controles sobre las transferencias de armas de los militares a las fuerzas policiales mexicanas, especialmente con las perdidas y robadas.
Con información de: animalpolitico.com