“Hubo un tiroteo masivo esta noche en el Greenwood Park Mall”, dijo Mark Myers, alcalde de la localidad de Greenwood, a unos 16 km al sur de Indianápolis, la capital del estado.
“Se confirmó la muerte de cuatro personas”, informó por su lado Jim Ison, jefe de la policía de Greenwood, que aclaró que el balance incluye al autor de la matanza.
“El agresor, que no ha sido identificado, entró en la zona de restaurantes del centro comercial hacia las 18H00 (22H00 GMT) y abrió fuego con un rifle. Entre los heridos se encontraba una niña de 12 años”, agregó.
Jim Ison elogió la intervención del transeúnte armado que puso fin al ataque, calificando al hombre de 22 años de “buen samaritano”.
“El verdadero héroe del día es el ciudadano que portaba legalmente un arma de fuego en esa zona de restaurantes y fue capaz de detener a este tirador casi tan pronto como comenzó. Esto nos ha sacudido hasta la médula. No es algo que hayamos visto antes en Greenwood. Es absolutamente horrendo”, dijo el jefe Ison.
Se trata del último incidente en una ola de violencia armada que afecta a Estados Unidos, donde se registran unas 40 mil muertes al año por armas de fuego, según el Archivo de Violencia Armada.
El ataque ocurrió un par de semanas después de que un hombre armado abriera fuego en un desfile del 4 de julio en un suburbio acomodado de Chicago que dejó siete muertos y al menos tres docenas de heridos.
Asimismo, tuvo lugar tras dos masacres en mayo: 10 afroestadounidenses murieron a tiros en un supermercado de Buffalo, en el estado de Nueva York; y 19 niños y dos maestros fueron asesinados en una escuela primaria en Texas.
El reciente aumento de la violencia armada reavivó el duro debate sobre la regulación de las armas de fuego en el país. Un comité de la Cámara de Representantes someterá a votación esta semana, por primera vez en casi 20 años, un proyecto de ley para prohibir los fusiles de asalto.