Dan 18 años de cárcel a Policía de Buenaventura
Manuel Héctor Arreola Soto, expolicía de Buenaventura fue sentenciado a 18 años en prisión por participar en la desaparición forzada de Jesús Antonio Servín Ramos y de Jesús Martín de 18, en hechos ocurridos en el 2017.
La sentencia, la cual fue promovida por el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) y esta fue enviada a las partes involucradas el día de ayer.
Según el testimonio de familiares de Jesús Antonio, el creció junto a sus hermanas, su hermano, su madre Irma y su padre Israel, en una comunidad rural que se llama Chínipas, en uno de los municipios enclavados en el corazón de la Sierra Tarahumara, en Chihuahua.
Desde pequeño, él quiso contribuir con el apoyo al gasto familiar, pues su madre y padre tenían problemas de salud, por lo que él consiguió un trabajo, en una empresa minera que está en el estado vecino de Sonora y a la que se llega luego de 13 horas de trayecto en carretera.
La mina donde entró a trabajar, él pudo darles servicio médico a sus padres y ahí conoció a Jesús Martín de quien se hizo amigo.
En los primeros meses del 2017, la empresa minera repartió utilidades, y Jesús Antonio le platicó a Jesús Martín que en una ciudad de Chihuahua (Cuauhtémoc) era mucho más fácil comprar vehículos usados porque los importan de Estados Unidos.
Fue así como los dos viajaron a Chihuahua en camión de pasajeros y regresaron emocionados en la camioneta pick up, ¡el primer vehículo que había comprado con su trabajo!
El día que regresaron, era viernes 12 de mayo del 2017 y ambos, tenían que trabajar el lunes, de regreso a Sonora.
Según lo que narraron antes de su ausencia, es que no tenían muy claro si iban por el camino correcto y trataron de encontrar el camino más corto.
Para colmo, en el trayecto la camioneta empezó a tirar aceite por lo que tuvieron que parar a revisarla; ellos no sabían muy bien en dónde estaban, sólo sabía que en algún pueblo de Chihuahua y que habrían de llegar a la carretera rumbo a Sonora.
“Cuando estaban revisando la camioneta, una persona que pasaba por ahí, se detuvo a ayudarlos. Pasaron de las 4:00 de la tarde, ellos estaban sobre la carretera cuando llegó una patrulla de la policía municipal que pertenecía al municipio de Buenaventura y en vez de ayudarles, sin ninguna justificación, los policías los llevaron detenidos”, declararon las familias.
Trascendió que ninguno de los dos sabían a donde iban y que se preocuparon porque ya era muy noche para viajar en carretera y los caminos eran peligrosos.
Ellos fueron trasladadoa a Buenaventura, no les permitieron hacer ninguna llamada y nadie les explicó que estaba pasando, los tenían ahí unos cinco policías y más tarde llegó el que era el Jefe de todos, el director.
En ese momento, les preguntaban insistentemente quiénes éran y qué hacíamos ahí, que por qué su acento tenía el tono como si fueran de Sonora.
Pese a que ellos daban todas las explicaciones no los dejaron ir.
La persona que se detuvo a ayudarlos, se pudo ir, la dejaron irse de la comandancia, sólo escucharon que las razones que daba era que él vivía en esa ciudad, es decir de Buenaventura.
Nunca más volvieron a saber de Jesús Antonio y Jesús Martín.
Hasta el momento, no hay ningún registro sobre su detención y la policía niega los hechos.
Las familias de las víctimas continúan buscando incansablemente desde entonces.
A través de las redes sociales piden algún dato que les ayude a encontrarles.
Una persona tuvo información sobre lo que había ocurrido y pese a las represalias que existen en este país por denunciar a los criminales, él dijo lo que sabía a la familia de Jesús Antonio.
La camioneta fue vista después en una comunidad cercana a Buenaventura, iban personas armadas, reconocidas en el lugar como integrantes del crimen organizado.
De sus cuentas bancarias de nómina, existió un retiro de efectivo que ocurrió después del 12 de mayo que los desaparecieron.
Hoy en día, los padres de Jesús Antonio viven en Chihuahua y su condición de salud ha empeorado.
Lo anterior, debido al enorme sufrimiento por desconocer dónde está su hijo.
Aunque Manuel Héctor A.S., fue sentenciado, Enrique L.S y Héctor Manuel A. C., quienes también eran funcionarios públicos continúan en libertad.
Con información de: tiempo.com