Operativo hacia Reclusorio Norte fue un montaje para llevar a Lozoya a hospital
El convoy de vehículos oficiales de la Fiscalía General de la República -integrado por siete camionetas, dos motocicletas y una patrulla- sale del hangar en medio de la fuerte expectativa de representantes de medios de comunicación que se arremolinan tratando de ubicar al personaje que, en ese momento se pensó sería trasladado al Reclusorio Norte.
El movimiento rompe el silencio en la zona norte de la capital del país. Es madrugada y, paradójicamente, mientras la ciudad duerme, es trasladado en medio de estrictas medidas de seguridad quien ahora quita el sueño a más de un viejo político por las revelaciones sobre corrupción que pudiera ofrecer.
El convoy arriba al Reclusorio Norte a las 4:25 horas y al enfilarse sobre la calle Jaime Nunó, la camioneta en la que personal de la AIC realizaba el traslado se detiene durante 17 minutos mientras que cámaras fotográficas, de video y más de una decena de celulares captan la imagen del trasladado.
Sin embargo, nadie puede corroborar con plena certeza que el hombre con ropa y chaleco oscuros, que porta una gorra y que constantemente agacha la cabeza, sea Emilio Lozoya, el otrora petrolero del año, la joven promesa del peñismo, pero que tuvo que aceptar una extradición exprés desde su refugio en España para enfrentar acusaciones de corrupción.
Y es que todo hacía suponer que efectivamente el Ministerio Público se disponía a entregar ante el juez al extraditado del año para la Cuarta Transformación.
Con información de: eluniversal.com