Rusia se alista para registrar vacuna contra COVID-19 en agosto; sería la primera en el mundo en hacerlo
Rusia planea registrar una vacuna contra el coronavirus a más tardar entre el 10 y el 12 de agosto, preparando el camino para lo que, según sus patrocinadores, sería la primera aprobación oficial en el mundo de una inoculación contra el COVID-19.
El fármaco desarrollado por el Instituto Gamaleya de Moscú y el Fondo de Inversión Directa de Rusia puede ser aprobado para su uso civil en un plazo de entre tres y siete días después de que los reguladores lo registren, según una persona con conocimiento del proceso, que pidió no ser identificada debido a que la información es de carácter confidencial.
Se espera que la vacuna de Gamaleya reciba un registro condicional en agosto, lo que significa que aún tendrá que llevar a cabo ensayos en otras mil 600 personas, dijo este miércoles la viceprimera ministra rusa, Tatyana Golikova, en una reunión televisada de autoridades con el presidente Vladimir Putin. La producción debería comenzar en septiembre, señaló.
“Los requisitos clave para una vacuna son su eficacia y seguridad comprobadas, por lo que todo debe hacerse con mucho cuidado y precisión”, indicó Putin al final de la reunión. “Nuestra confianza en la vacuna debe ser absoluta”.
Previamente, el servicio estatal de noticias RIA Novosti informó que la vacuna podría ser aprobada entre el 15 y el 16 de agosto. El Instituto Gamaleya y el Fondo de Inversión Directa de Rusia declinaron hacer comentarios.
Si bien la vacuna ha sido publicitada por sus desarrolladores como una inyección segura, y que podría ser la primera en llegar al público, no se han dado a conocer los datos y la velocidad con la que avanzan sus desarrolladores ha generado dudas en otros países. Está previsto que Gamaleya comience las pruebas de fase 3 la próxima semana en Rusia, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
Rusia tiene más de 800 mil casos confirmados de COVID-19, la cuarta cifra más grande del mundo.
Si bien la cantidad de nuevos contagios diarios se redujo en más de la mitad frente a sus niveles máximos, Putin precisó en la reunión que algunas regiones comenzaron a reabrir demasiado rápido después de que las medidas de confinamiento a nivel nacional se levantaran en mayo.
“La situación sigue siendo difícil y puede, como dicen, girar en cualquier dirección”, comentó Putin. “No hay razón para la complacencia, para relajarse, para olvidarse de las recomendaciones de los médicos”.
Investigadores y compañías farmacéuticas en otros países, como Estados Unidos, Reino Unido, Japón y China también están compitiendo por el desarrollo de vacunas.
AstraZeneca, Moderna y Pfizer han comenzado las pruebas de fase final para las vacunas contra el COVID-19, y los resultados iniciales de algunos de sus ensayos en humanos se esperan ya para octubre. Las pruebas de fase 3 generalmente demoran meses en ejecutarse para comprender mejor la eficacia de un medicamento.
La vacuna rusa se proporcionará a profesionales de la salud antes de que se completen los ensayos clínicos, dio a conocer el sábado el ministro de Salud, Mikhail Murashko, en una entrevista con la televisión estatal. Él y otros funcionarios han dicho que la vacuna no estará disponible de forma generalizada antes de fin de año.
Muchas personas de la élite empresarial y política de Rusia tuvieron acceso a la vacuna experimental ya en abril, según personas con conocimiento de la situación. Voluntarios militares completaron la semana pasada los ensayos de fase 2 del medicamento.
Esta semana, Rusia comenzó los ensayos clínicos para una segunda vacuna, desarrollada por el laboratorio Vector, en Novosibirsk, y otras dos recibirán pronto el permiso para realizar pruebas, señaló el miércoles Murashko.
“Los estadounidenses se sorprendieron cuando escucharon las alarmas del Sputnik. Es lo mismo con esta vacuna: Rusia llegará primero”, indicó Kirill Dmitriev, director del Fondo de Inversión Directa de Rusia, en una entrevista con CNN.
Con información de: elfinanciero.com