CALIBRE POLÍTICO… COLUMNA
CONFIADO.- Demasiado confiado resultó Miguel Jurado para presumir ser un león, pues cualquiera que llegue y le susurre al oído, lo convierte en coordinador de algo, de tal forma que todos quieren ser generales, pero muy pocos, soldados.
MEMORIA.- Flaca memoria o tal vez ignorancia la del empresario, porque entre los que se sientan en la mesa de decisiones está José Manuel Escamilla, exdirector de Desarrollo Urbano en el último trienio de Jurado Contreras y uno de los principales operadores de que la concesión de la basura no se le otorgara a Jurado Prieto.
GUANAJUATO.- Resulta que en aquel entonces, Escamilla puso a disposición su Durango 2015 para viajar a Guanajuato a crear la empresa que a la postre le arrebataría al empresario transportista la oportunidad de recoger la basura en Parral.
CIRCUITO.- Escamilla fue uno de los que se río en la cara de Jurado Prieto mientras éste estaba metido en la oficina del entonces alcalde Jurado Contreras, quien le dio atole con el dedo prometiéndole que la recolección la haría él, mientras se fraguaba la votación en Cabildo a favor de Lozoya, en una sesión “transmitida” por circuito cerrado en la misma Presidencia, donde uno de los espectadores era José Manuel Escamilla, hoy del equipo cercano del león.
INFILTRADOS.- Miguel Jurado Prieto no escucha a quienes le han advertido de los personajes que conforman a su círculo rojo, algunos de ellos con vasos comunicantes muy vigentes con quienes ostentan el poder y que de todo se enteran.
TRAICIONES.- Las traiciones están a la orden del día y por mil pesos, nadie guarda secretos, menos lealtades. Peor aún si cree que los regidores priistas, hoy convertidos en operadores estrella del proyecto, únicamente tienen ojos para el despistado león.
VECINOS.- Ya ni porque son vecinos, se percata ‘Migue’ de que le están haciendo de chivo los tamales, jugando con Dios y con el Diablo, o con el felino y el equino, si usted quiere.
ENTREGAS.- En próximas entregas le contaremos quienes están por abandonar el barco de esta travesía que pinta para naufragar, a menos que se dé un golpe de timón y logre llegar a buen puerto.
PRI.- Los que lograron fraguar el agandalle fueron Omar Bazán y Pedro Villalobos, pues están a nada de quedarse con el Comité Directivo local del PRI en la figura de Efraín Moriel, quien no mueve un dedo sin antes consultarlo con el exdiputado.
CONVOCATORIA.- La convocatoria para elegir dirigente sí salió, al filo del tiempo legal, pero salió. Con candados disfrazados de requisitos como el apoyo de Consejeros de un Consejo amañado y cambiado a gusto del clan Bazán-Villalobos.
NOVATADA.- Vaya novateada que le dieron a Rafael Álvarez, quien con todo y que es presidente del Colegio de Abogados, se le pasó el tiempo de impugnación y le dieron largas en Chihuahua para facilitarle la documentación para inscribirse como aspirante y, una vez que la obtuvo, resulta que los Consejeros que tomaron protesta el año pasado en Los Pinos, ni eran todos los que estaban, ni estaban todos los que eran.
PEOR.- Si no le bastara con eso, a Rafa Álvarez no le ayudaron en nada Erik Jurado, José Núñez y Chu Pizzas, pues aunque se las den de conocedores, nomás no dan una. Recordemos que fueron quienes llevaron a la más vergonzosa derrota del PRI en el 2018, con José Luis Martínez como candidato. ¡Y son los mismos que le aseguran a Miguel Jurado Prieto hacerlo presidente!
FÓRMULA.- Por cierto, en la fórmula que se registró para dirigir al PRI de Parral, va obviamente Efraín Moriel como presidente y Sofía Jurado como secretaria general. ¿Qué no es la misma que había a renegado del partido y por eso andaba cabalgando? ¿Ya habrá borrado del face todas sus publicaciones Anti-Bazán?
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