Piden expertos retorno a clases
Alma Maldonado, especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), considera que el aprendizaje durante el confinamiento ha sido un proceso complejo.
“Estamos hablando de niñas, niños y jóvenes que están perdiendo la escuela como espacio de socialización, de interacción, espacio de autonomía, esto es muy importante. En la escuela los niños se tienen que volver autónomos, avanzan de manera autónoma; en la casa, están siempre con la presencia de la familia, entonces creo que son pérdidas que van a ser difíciles de resarcir”, señala.
Aunque indica que los niños y adolescentes suelen adaptarse rápidamente a los cambios, esta pandemia implica un reto mayúsculo, y en edades tempranas es indispensable que socialicen.
“Ya no decir de las pérdidas académicas y educativas que yo creo que van a ser incalculables, pero muchas de esas se han ido en algunos casos compensando más o menos, pero creo que la otra parte (socioemocional) sí va a ser muy complicada y, bueno, pues esperemos que se regrese a las aulas pronto para por lo menos empezar a socializar otra vez”, comenta.
En tanto, Marco Fernández del Tecnológico de Monterrey y de México Evalúa, refiere que existe una gran preocupación por las afectaciones de los educandos.
“Me preocupa sobremanera la resignación social ante el hundimiento de un Titanic educativo en donde la factura la va a pagar dolorosamente esta generación de niñas, niños y jóvenes que están abandonando la escuela, aprendiendo mucho menos de lo que deberían de aprender, dado que están a la distancia y sin posibilidad de tener un contacto o retroalimentación de sus docentes”, comenta.
Urge a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) transparente datos de deserción escolar y de afectaciones al alumnado, para que con base en esto se diseñen políticas para su ayuda y rescate.
“¿En dónde están teniendo afectaciones emocionales? La autoridad está otra vez en la improvisación. No tiene una ruta educativa, entonces a ver qué nos contestan, que nos digan dónde están los datos oficiales de abandono escolar, dónde está la propuesta de evaluación diagnóstica, dónde están las muestras de capacitación de los docentes para la contención emocional de sus alumnos y en cuántas escuelas públicas del País se han dado las famosas asesorías académicas y de contención emocional, no sólo a los alumnos sino que incluso también se va a dar a los padres, según Moctezuma, y la promesa ahora también de la Secretaría Delfina (Gómez)”, expone.
Finalmente, David Calderón, presidente ejecutivo de la organización Mexicanos Primero, opina que los datos dados a conocer recientemente por el Inegi son relevantes en el sentido de que esta generación resalta por el uso de la tecnología y existe una preferencia marcada por ella, aunque también lucha contra carencias.
Recuerda que, según este instituto, 67.7 por ciento dice que el teléfono fue el dispositivo que usa en el aprendizaje a distancia, y apenas el 5.3 por ciento refiere que la televisión, lo que, señala Calderón, contradice al ex titular de la SEP, Esteban Moctezuma, quien afirmó que prácticamente el 90 por ciento seguía contenidos educativos por la TV.
Sin embargo, llamó la atención a que según datos de la misma fuente sólo el 21 por ciento tiene acceso a un dispositivo electrónico propio, mientras que 74.6 por ciento lo comparte con alguien más en el hogar.
“Entonces sí puedes hablar una situación de precariedad en donde no es que hubiera un celular por persona, que estuviera conectándose a distancia, es que lo tenían que compartir”, expone.
A estas alturas, resalta, existe un gran esfuerzo de los padres para que continúe el aprendizaje de sus hijos, pero también ya se vive fatiga, sobre todo en madres que son las que acompañan a los alumnos que en más del 50 por ciento informan que dedican de tres a cinco horas diarias al aprendizaje a distancia.
“Se ve como esta gran fatiga de seguir a distancia intentando las actividades. Esto habla de un gran esfuerzo, de una voluntad de superación de parte de las familias, de los propios estudiantes y por el otro lado medios muy precarios y una oferta que deja mucho que desear de parte de la autoridad”, indica.
Calderón agrega que, según el Inegi, 58 por ciento señala que no se aprende o se aprende menos a distancia que presencial y también que más de la mitad está dispuesto a volver apenas sea posible, por lo que coincide en el llamado de retornar a las aulas.
“Que se destraben las limitaciones que tienen que ver con la regulación, estos acuerdos del Consejo de Salubridad General, de la SEP, que reiteran en el punto de que sólo en semáforo verde puede haber actividad en la escuela”, indica.
Advierte que esto también tiene que ser un esfuerzo de la sociedad, pues malas prácticas en Semana Santa podrían implicar un retroceso para reactivar actividades escolares de forma física.