Cumple la presa las vírgenes 72 años de su fundación, ¿algo que celebrar?
Rosales. – La abatida presa Francisco Indalecio Madero mejor conocida como “Las Vírgenes”, nada tiene por festejar, aunque hoy se celebra 72 años de su inauguración, actualmente luce abatida por la marcada sequía y la cantidad desproporcionada de agua que le extrajo el Gobierno Federal.
El centro de almacenamiento masivo que ahora funciona sólo como un lago turístico y no para uso de riego, esta de manteles largos, aunque productores señalan que no hay nada que festejar.
José Ramírez Licón, presidente de la SRL San Pedro, calificó de inaudito el que la Conagua autorizará el saqueó del agua, no sólo de Las Vírgenes que quedó abatida, luego de que el año pasado se desfogara durante dos meses bajo el argumento del pago de los compromisos internacionales con Estados Unidos a través del tratado del 1944.
Salvador Alcantar Ortega, presidente de la Asociación de Usuarios de Riego de Chihuahua (Aurech), señaló que la presa está en riesgo y estamos esperando a que Dios nos mande lluvias.
Lamentó que hoy, la fuente de almacenamiento, que da vida a la región, este en niveles críticos, cerca del 17 por ciento, lo que la hizo inútil para el ciclo agrícola.
Los líderes agrícolas, coincidieron en que el panorama es preocupante, aunque los productores ya lo saben, la seguía es prolongada y sin agua.
La Madero se encuentra azolvada y es necesario realizar estudios actualizados para conocer los datos reales.
Se recordó que el cuerpo de agua, fue inaugurada el 25 de mayo del 1949, donde estuvieron presentes Gobernador del Estado Fernando Foglio Miramontes y el entonces presidente de la República Mexicana, Miguel Alemán Valdez.
Es considerada un obra majestuosa del Distrito de Riego 005, que hoy celebra 7 décadas . La construcción fue responsabilidad del ingeniero Enrique Rubio Castañeda, y del ingeniero residente Ignacio Cobo Gómez, su segundo a bordo.
La presa derramó por primera vez en 1955 una lámina de 13 centímetros sobre su vertedero, volvió a derramar 85 centímetros en 1958; 83 en 1959, un año después la lámina fue de 55 centímetros. Un año muy llovedor fue 1966, cuando derramó un metro con 14 centímetros, y 87 centímetros los que derramó en 1968, otros años como 1972, 1974, 1978, 1980, 1990, 1991, siendo 1995 cuando por poco y quedaba seca totalmente la presa, pero en 1996 derramó una lámina de 34 centímetros.
Fue en 1998 cuando se concluyó una novedad más en la presa, se trataba del polémico Rubber Dam, o dique de hule, que fue instalado por expertos japoneses y que cumplía su cometido, aumentar la capacidad de almacenamiento, controlando avenidas en el 2001 cuando se llenó la presa Madero con un vertido de un metro por arriba del hule. También funcionó en el 2007, ya que de no haber existido esta infraestructura, quién sabe como le hubiera ido a Meoqui, cuando llegó una fuerte avenida que tomó desprevenido al personal de la CNA.
El Dique fue retirado por temor a que reventara e inundara las comunidades aguas abajo, como Rosales, Congregación Ortiz y Meoqui.
Al ser indemnizados los productores en coordinación con la Conagua, determinaron hacer una obra de sobreelevación, con un muro de concreto, cuyos trabajos se dice fueron realizados por Servicios Corporativos de la Industria de la Construcción, el 23 de Junio del año del 2008 para concluir el 26 de enero del 2009.
A lo largo de la historia también se han desarrollado actividades deportivas y turísticas, pero lo que sin duda quedó para la historia, fue la rehabilitación de la parte baja de las cortinas, que se convirtieron en el escenario para el Primer Festival Internacional Chihuahua 2005.
En aquella ocasión, las luces realzaron la belleza arquitectónica de las cortinas que sirvieron de concha acústica a la orquesta y coros que presentaron la Magnánima Obra Carmina Burana, a la que acudieron como invitados de honor el entonces Gobernador José Reyes Baeza y su esposa.
Fue hasta el 2017 en el mes de agosto, cuando la presa derramó por última vez y será difícil que vuelva a ocurrir, pues su esplendor cayó, su almacenamiento colapsó a un 17 por ciento de su capacidad, al quedar abatida en el 2020 por las decisiones del Gobierno Federal a través de La Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Durante varios meses, la presa fue militarizada, por cientos de elementos de Guardia Nacional y Sedena, y fue escenario de varios enfrentamientos con agricultores que lucharon por defender el agua que juntaron para los próximos riegos.
Ahora las Vírgenes es sólo un atractivo turístico de la región, donde se pueden ver paseos en lanchas, pero sus compuertas están cerradas.
Con información de: laopciondechihuahua.com