Conmemora el Municipio el CCX aniversario luctuoso del Padre de la Patria
En la columna en honor a Don Miguel Hidalgo y Costilla se colocaron ofrendas florales.
Hoy reafirmamos nuestra fe libertaria al honrar la sangre aun fresca en el torrente de nuestros corazones, frente a la figura soñadora y espléndida del cura, Don Miguel Hidalgo y Costilla, quien se identificó siempre con el pueblo hasta ofrendar su vida por la Libertad de México.
Así lo manifestó esta mañana, Ofelia Gallegos Monarrez, integrante de la Benemérita y centenaria Sociedad Mutualista Miguel Hidalgo, en presencia de las autoridades Municipales, al conmemorarse el 210 aniversario de la muerte del Padre de la Patria, Don Miguel Hidalgo y Costilla.
Un día como hoy, pero del año 1811 el cura Hidalgo fue fusilado en la Ciudad de Chihuahua junto con Ignacio Allende, Mariano Abasolo, Ignacio Aldama y Mariano Jiménez, acusados todos de iniciar 11 meses antes la guerra de independencia contra la corona de España.
Miguel Hidalgo y Costilla, fue juzgado como el principal artífice del movimiento independentista a partir de su pensamiento ya que fue un sacerdote católico que se identificó con la llamada Ilustración, la Enciclopedia y la Revolución, así como con las letras, el pensamiento científico y las artes y oficios.
El “cura” Hidalgo, vio la primera luz el 8 de mayo de 1753 en la hacienda de San Diego de Corralejo, en Pénjamo Guanajuato, para luego cursar sus estudios en la escuela de San Nicolás de Obispo , de la antigua Valladolid, hoy Morelia, ordenándo sacerdote.
Gracias a su pensamiento libre y estudios, siempre se preocupó por la educación del pueblo y fue un incansable promotor de los oficios y las artes, para lograr el desarrollo de los más necesitados por lo que cansado de los abusos de la corona de España, a sus 57 años de edad puso en marcha la rebelión independentista, el 16 de septiembre de 1810, con el llamado Grito de Dolores.
Casi un año después y tras encabezar una cruenta y desigual lucha contra el ejército del Virreinato, fue capturado y encarcelado, para luego ser fusilado y decapitado junto a sus subalternos en la ciudad de Chihuahua, dejando encendida la llama de la libertad en la lucha por un México Independiente.