CALIBRE POLÍTICO… COLUMNA

CRISIS. – Esta semana la crisis en Presidencia Municipal tocó fondo cuando cayó la gota que faltaba para que se derramara el vaso, tras el cambio abrupto y falto de formas en la Dirección de Turismo, del que se dio cuenta Sandra Carrillo estando en su oficina en Mina La Prieta, mientras rendía protesta Elvia Troncoso en el edifico ubicado entre la Francisco Miranda y República de Cuba.

EFÍMERO. – El de la líder de las mujeres de Canacintra ha sido el nombramiento más efímero del que se tenga memoria reciente, pues apenas fue designada el 17 de noviembre, para cuando el 20 ya había renunciado, tras el atentado que sufrió en su contra, mismo que, por más que se pretendió contener, se corrió como reguero de pólvora.

TARDÍA. – La reacción oficial fue tardía, hasta el domingo 21, con la clásica condena al hecho y la promesa de dar con los responsables, pero el asunto ya estaba perdido, la nueva funcionaria ya no era rescatable. Ella misma, velando por su integridad, dejó el cargo a la primer amenaza. No tendría caso arriesgarlo todo por un puesto que se mantendría, como todos, agarrado con pincitas.

SEGURIDAD. – La seguridad es lo menos seguro que tienen los parralenses en estos momentos. No solo los comerciantes que no han visto la suya en el último trimestre, sino también los funcionarios que, aparentemente, estarían en una situación de aparente blindaje por ser autoridad o parte de ella. Luego entonces surge la interrogante: si ni a los de adentro se les puede brindar, ¿qué espera el ciudadano de a pie?

DIRECTOR. – Don Rubén Ávila sale con un argumento por demás flojo: asegura que la denuncia al 911 es el remedio para acabar con la inseguridad, cuando, normalmente, la llamada de emergencia se hace mientras el hecho delictivo está en curso o cuando ya se perpetró y es un albur que los agentes lleguen a tiempo y salven el día. A propósito: ¿y el agresor sexual multidenunciado?

CELULAR. – Entre paréntesis: en días pasados, un par de oficiales de tránsito detuvieron a un conductor que con una mano sujetaba el volante y con la otra su teléfono celular pegado a la oreja. Al parar su marcha, la sorpresa de los polipreventivos fue mayúscula cuando vieron que quien hacía una llamada mientras conducía ¡era el mismísimo director de Seguridad Pública!

INFRACCIÓN. – El tema no paró ahí, pues el jefe policiaco exigió que le levantaran la infracción correspondiente, lo que sí sucedió, pero al día siguiente, los oficiales fueron degradados de sus cargos. Bien dicen que el jefe manda y si se equivoca, ¡vuelve a mandar! Faltaba menos.

REGIDOR. – La que puso el dedo en la llaga fue la regidora priista Dalila Villalobos, quien apeló a la amplia experiencia laboral en la materia del director Ávila Morales e, incluso, pidió que se le incluyera a ella en la Comisión de Seguridad para apoyar en lo que esté a su alcance, según sus atribuciones como edil, porque Juan Carlos Duarte ni sus luces, que es el regidor que pertenece a esa Comisión. El posicionamiento de Dalila caló hondo.

FUSIÓN. – Tras la salida de Elvia Troncoso, el que se fortalece en el gabinete es Héctor Díaz, quedando por el momento fuera del radar de los cambios o despidos, ya que con la fusión de las direcciones de Turismo y Desarrollo Económico, se convierte en el funcionario con más trabajo y espanta los rumores en torno a su supuesta salida de Presidencia.

DIPUTADOS. – ¿Dónde están, a estas alturas, los tres legisladores que, se supone, representan a Parral? Hay dos en el Congreso local, Edgar Piñón y Francisco Sánchez; y una diputada federal, Ángeles Gutiérrez, cuyo alcance es mayor, en teoría. Ninguno levantó la mano, al menos hasta el lunes. Aunque, si van a salir a condenar los hechos, sin más fondo que forma, calladitos se ven más bonitos.

FANTASMA. – En otros temas, nos cuentan que el jueves pasado hubo reunión en el Comité Directivo Municipal del PRI en Parral, convocada por el dirigente Rafael Álvarez, cuyo tema principal y único fue, otra vez, Pedro Villalobos, el fantasma que ronda por el edifico del Boulevard Ortiz Mena y que no los deja dormir. El tópico a tratar fue el desayuno al que vino Omar Bazán y quienes estuvieron en él.

POSADA. – La indicación de Álvarez Botello es ganarle a Villalobos la organización de la posada para la militancia, con regalos y tamales como en los mejores años del PRI. ¿En serio la agenda del presidente del partido la marca Pedro? Siguen atentos a ver qué hace o qué hará para boicotearlo o planear un evento alterno y similar. Así el nivel.

HARTAZGO I. – Hubo dos personajes que no pudieron ocultar su hartazgo ante el desempeño del dirigente priista. El primero fue el exregidor Erik Jurado, quien le espetó a Álvarez que no era posible que convocara a reunión para hablar de Pedro Villalobos y seguirle dando tanta importancia. Le pidió mejor generar estrategia de unidad, de conciliación y de retención de militancia.

HARTAZGO II. – El segundo fue el líder de la CNOP -o lo que queda de ella-, Ramón Arredondo, que le recordó a Rafael lo que le dijo hace varios meses en casa de José Luis Martínez cuando pidió el apoyo para llegar a la dirigencia del PRI, justo antes de que sacaran a la brava a Efrain Moriel. Los que estuvieron en casa del exsíndico atestiguaron cuando Ramón le dijo a Álvarez que si quería el partido para manejarlo igual que como lo hizo con el Colegio de Abogados, estarían “fritos”, lo que finalmente sucedió.

PEDRO. – Aún y con los reclamos de Erik y de Ramón, el tema central siguió siendo Pedro Villalobos y el análisis de la foto de los que lo acompañaron con Bazán, de los que el profesor Loreto Arzola se burló cuestioando qué tanto arrastre pudieran tener. El que parecía tener la respuesta pero optó por guardar silencio fue Jesús Aguirre, luego de la medición de fuerzas en la que no le fue nada bien. Es una lástima que la buena imagen que conserva Chu Pizzas esté siendo arrastrada por una dirigencia tan pobre de visión y actuación.

CONSEJEROS. – En ecos de la desangelada Asamblea Regional del PRI, nos enteramos que, entre los despreciados de la lista de consejeros, estuvo el líder juvenil Paul Gutiérrez, mismo que al enterarse que no figuraba como tal, abandonó el evento y no volvió a responder su teléfono. Tuvo que intervenir el diputado Edgar Piñón para enmendar, otra vez, la metida de pata de Álvarez Botello e convertir al representante de la Red de Jóvenes en consejero.

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