CALIBRE POLÍTICO… COLUMNA
PERDIDOS. – La diputada federal Ángeles Gutiérrez se llenó la boca de calificativos al desempeño de la primera mitad del gobierno de López Obrador, afirmando que le quedó grande México y que no hay ningún rubro que pueda presumir de avances y buenos resultados, asegurando que han sido tres años perdidos. Sin embargo, pareciera que la maestra estaba autodescribiendo su paso por la Cámara de Diputados.
ÁNGELES. – Y es que aunque Ángeles Gutiérrez pudiera tener razón en cuanto al análisis hecho sobre el balance de los primeros tres años de AMLO, surge la interrogante sobre la calidad moral que pudiese tener la legisladora, cuando ella no ha presentado ningún avance palpable que descargue un beneficio directo a los habitantes del Noveno Distrito que, se supone, representa en la Cámara Baja, desde hace ya más de tres años, y por como va pintando, se irá igual los otros tres.
RECAUDACIÓN. – Parece ser que la propuesta de Pedro Villalobos para ocupar la Recaudación de Rentas, nunca fue real, al menos, no del todo, porque ni siquiera él mismo sabía de dónde había surgido el rumor, aunque de tanto que se le mencionó, comenzó a creérsela, pero en la capital del Estado no había quien respaldara esa posibilidad. Es así que quien llega al cargo más importante del Gobierno del Estado en el municipio es Carmen Margarita Cano Villegas.
CAMELO. – Donde no se explican cómo es que Camelo se convierta en la representante de la gobernadora en Parral, es en el Hospital General, al cuestionar el pobre desempeño de quien fuera la administradora del nosocomio durante todo el quinquenio de Javier Corral, en el que la constante fue el desabasto de medicamentos y de los insumos más básicos para operar. ¡Es más! Era imposible aplicar una diálisis a un paciente por la falta de una manguera. ¡Así como lo lee! Hubo casos en que familiares de pacientes ofrecían comprarla y donarla, pero no se los permitían.
SINDICATO. – De hecho, el mismo sindicato ha gritado en el desierto sobre los faltantes de básicos como jeringas, guantes, sondas, vendas, suturas, en fin, lo más indispensable para cualquier clínica, más para un hospital de esa magnitud que atiende a pacientes de toda la región sur del Estado y hasta habitantes del norte de Durango. Por lo anterior, amén de agradecer que Camelo se va por fin del General, no les cabe en la cabeza que le hayan premiado con la Recaudación de Rentas.
UTP I. – Donde continuarán los reacomodos es en la Universidad Tecnológica de Parral, tras el arribo de la exdiputada Betty Chávez a la rectoría de la misma, quien dentro de sus primeros quince días despidió a tres, pero la mira está en, al menos, una decena del personal, incluyendo a los que ya están fuera. Lo anterior lleva el justificante de armar un equipo cercano y de confianza que le permita maniobrabilidad para sacar del bache en el que recibió la institución.
UTP II. – A saber: durante la gestión de Nora Bueno, la matrícula estudiantil se redujo considerablemente en un 40 por ciento, pues de recibir la UTP con unos mil 500 alumnos que le dejó Susana Escárcega, Nora le entregó apenas 800 a Betty, lo que se traduce en una reducción de ingresos, pero eso sí, con una nómina inflada por utilizar la escuela como pago de favores políticos. La exrectora podría alegar que le tocó el año de pandemia, pero tuvo cuatro buenos y con gobernador como para haber colocado a la Universidad en los cuernos de la luna. Así, ¿cómo pretendía perpetuarse en la rectoría?
UTP III. – Además, durante el primer mes de Nora Bueno como rectora, corrió a unos 25 empleados entre docentes y administrativos para acomodar de inmediato a “los suyos”, arrebatando plazas a otros que ya tenían años en la institución para dárselas a los nuevos. Son vicios heredados muy difíciles de erradicar, contra los que Betty Chávez habrá de remar a contra corriente y para lo que ha emprendido un par de viajes hasta la Ciudad de México en busca de recursos que le den oxígeno, porque no ha podido ocupar los puestos que quedaron vacantes, precisamente, por la falta de dinero para la nómina.
EXHIBIDA. – César Peña no tenía ninguna necesidad de tomar el camino de la repartición de culpas al pasado, pero alguien le asesoró que rescatara un problema legal del Municipio para exhibir a los gobiernos priistas. Y es que resulta que, durante el trienio de Miguel Jurado Contreras, le notificaron a Presidencia una demanda por casi 3 millones de pesos por concepto de una obra realizada en la colonia PRI que comenzó César Dajlala, pero que, clásico, no terminó.
DEMANDA. – Según se sabe, Jurado Contreras no logró mediar con la empresa que denunció al Municipio y la demanda siguió su curso, heredándole el problema a Alfredo Lozoya, quien no hizo nada por darle solución al procedimiento legal, cuyo monto, en 2017, iba en 2 millones 900 mil pesos, por lo que el conflicto legal continuó durante estos cuatro años, de tal forma que, en la actualidad, con el cúmulo de intereses, el Municipio -no Dajlala, no Jurado, no Lozoya y ni siquiera Peña- debe pagar 9 millones de pesos al demandante.
OMISIÓN. – La incapacidad de los tres alcaldes anteriores por arreglar el tema, le explotó en las manos a César Peña, quien, en su ánimo de hacer ruido mediático contra el PRI, omitió mencionar que en 2018 y 2019 se pudieron haber pagado menos de 3 millones de pesos y dar por terminado el conflicto, pero como tampoco se hizo nada, César, sin querer o tal vez sin pensarlo, se lleva entre las patas a su antecesor, quien se mantuvo cinco años en el poder. La asesoría para asestar el golpe a los priistas, no estuvo bien pensada.
VIRAL. – En otros asuntos, hace un par de días se viralizó una queja ciudadana en redes sociales, en la que se redactó a detalle el “viacrucis” que vivió un cliente en el nuevo restaurante de pollo frito, quien asegura que recibió un mal trato por parte de la dependiente, una mujer de la que brindó nombre y afirmó que intercambió caricias con otro empleado, en lugar de atenderle. Los comentarios en la publicación en un grupo de compra-venta, como es costumbre, se descargaron en contra de la empleada al grado de burlarse de ella y exhibirla en un caso que pasó de ser una queja a violencia de género.
SORORIDAD. – Llama la atención que, entre las reacciones, nos encontramos un “Me Divierte” de Lupita Zavala, la titular de la Instancia de la Mujer en el Gobierno Municipal, con una falta total de empatía y sin un mínimo de sororidad hacia la fémina que fue objeto de burlas, comentarios y memes. De ese grado el nivel de los funcionarios. Lo menos que podría pasarle a la empleada es perder su trabajo, que ya de por sí es cosa mayor, resultado de su supuesto mal actuar, pero lo que preocupa es la exhibida social y, lo peor, que a Zavala le cause gracia.
CAPILLA. – En el DIF hay una empleada que se encuentra, como luego se dice, “en capilla”, por la inminente posibilidad de que sea despedida o bien, se vaya voluntariamente. Se trata de una funcionaria de tercer nivel, pero de relevancia, pues es nada menos que la secretaria particular de Gema Quiñónez, y el motivo, según nos cuentan, sería la poca disponibilidad de horario que tiene para tan demandante cargo, pues debe andar de gallo a grillo 24/7 con la primera dama y hay días en que, simplemente, no puede o ni tiene tiempo.
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