Apuesta Putin a bloqueo invernal de gas para tener paz en sus términos
El Kremlin cuenta con que el frío que podrían padecer los europeos por la escasez de energía disminuya el respaldo a Kiev y la obligue a aceptar una tregua a cualquier precio.
Vladimir Putin apuesta a que los precios de la energía por las nubes, y la posible escasez de gas este invierno, persuadan a Europa de obligar a Ucrania a una tregua bajo sus condiciones.
Según dos fuentes rusas conocedoras de la estrategia del Kremlin, ese es el único camino hacia la paz que ve Moscú, dado que Kiev dice que no negociará hasta que Rusia abandone toda Ucrania.
“Tenemos tiempo y podemos esperar”, dijo una fuente cercana al Kremlin. “Va a ser un invierno difícil para los europeos. Podríamos ver protestas y disturbios. Algunos líderes europeos podrían pensarse dos veces el seguir apoyando a Ucrania y que es el momento de llegar a un acuerdo”.
Una segunda fuente dijo que Moscú pensaba que ya podía detectar vacilaciones de la unidad europea y esperaba que el proceso acelere en el contexto de las dificultades del invierno.
Con el respaldo de miles de millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos y otros países occidentales, entrenamiento e inteligencia compartida, y con una serie de ataques contra objetivos rusos de alto perfil a sus espaldas, Kiev cree que tiene una oportunidad de cambiar los hechos sobre el terreno.
El enfrentamiento geopolítico ha llevado los precios de la energía a máximos históricos. La Unión Europea prohibió el carbón ruso y aprobó una reducción parcial de las importaciones de crudo ruso para castigar a Moscú. Y Rusia asestó su propio golpe, recortando drásticamente las exportaciones de gas a Europa.
Los gobiernos europeos han tratado de aumentar las defensas frente a las presiones energéticas de este invierno buscando suministros alternativos e impulsando medidas de ahorro energético, pero pocos especialistas en energía creen que puedan cubrir todas sus necesidades.
El Kremlin ha achacado la reducción de los flujos de gas a cuestiones técnicas, a las sanciones occidentales y a la negativa de algunos países a pagar en rublos. Mientras tanto, los ingresos récord del petróleo y el gas siguen engrosando las arcas de Rusia.
“El Kremlin cuenta, por supuesto, con la posibilidad de que perdamos el interés debido a nuestras propias elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, a que Gran Bretaña busca un nuevo primer ministro, a que Alemania está preocupada por el gas y a que el río Rin tiene una profundidad de 15 centímetros”, dijo el general retirado estadounidense Ben Hodges, excomandante de las fuerzas del Ejército de Estados Unidos en Europa.
La primera fuente cercana a las autoridades rusas dijo que Moscú, en cualquier posible acuerdo de paz futuro, quería consolidar las ganancias territoriales, asegurar toda la región del Donbass y que Kiev se comprometiera a la neutralidad militar.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo el martes que Kiev no aceptaría ninguna propuesta de congelar las líneas del frente actuales para “calmar” a Moscú. Podolyak, su asesor, dijo que Occidente estaba suministrando suficientes armas para “no caer”, pero no lo suficiente para ganar, y añadió que se necesitaba un apoyo mucho mayor.
“Para que las negociaciones con Rusia sean posibles, es necesario cambiar el statu quo en el frente a favor de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, dijo a Reuters Mijailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano. “Es necesario que el Ejército ruso sufra importantes derrotas tácticas”.
Las fuerzas ucranianas frustraron los intentos rusos de capturar Kiev y la segunda ciudad, Kharkiv; han destruido e interrumpido regularmente las líneas de suministro rusas, y hundieron el Moskva, el buque insignia de la Flota del Mar Negro de Rusia, además de infligir importantes daños a una base aérea rusa en la anexionada Crimea.
Kiev también lleva tiempo hablando de una gran contraofensiva para retomar el sur, aunque Rusia ha estado ocupada reforzando sus propias fuerzas allí, y no está claro si se materializará ni cuándo.
Con información de: tiempo.com