Sigue el llamado jesuita por muerte de sacerdotes
A siete meses del asesinato de los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, junto el guía de turistas Pedro Palma y el ciudadano Paul Berrelleza, la comunidad jesuita en México señaló la impunidad que existe e hizo un llamado al nuevo fiscal, César Jáuregui, para que atienda la ola de violencia existente en la Sierra Tarahumara.
A la fecha, las autoridades no han detenido a José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, presunto autor de los homicidios.
Los hechos se dieron el pasado 20 de junio en la comunidad de Cerocahui, cuando Portillo Gil asesinó a los dos sacerdotes y al guía de turistas en el interior de la iglesia, para posteriormente llevarse los cuerpos y dejarlos abandonados en una zona de descanso de la carretera a Creel.
Un día antes, Paul Berrelleza fue asesinado también por Portillo Gil debido a una rencilla generada por un juego de beisbol.
A través de un comunicado, los religiosos señalaron que se encuentran preocupados por no contar con los resultados sustanciales en la investigación.
“Estamos intranquilos por la violencia que azota a la Sierra Tarahumara, ya que al no haber justicia para los jesuitas y la comunidad de Cerocahui, el miedo impera entre los pobladores”.
Los evangélicos refirieron que seguirán apostando por la memoria, denunciando la falta de justicia, pero también anunciando con esperanza las alternativas a la violencia deshumanizante a través de sus obras pastorales, educativas y sociales.
Hasta este momento, las autoridades han detenido a 18 hombres relacionados con Noriel Portillo; el último fue durante un operativo en Urique en donde se aprehendió a Gilberto N., mejor conocido como “El Shakira”, quien es primo de “El Chueco”.