Baja el huachicol, y crece el gaschicol
CDMX.- Agrupaciones criminales de Puebla dedicadas al robo de hidrocarburo han migrado a la extracción de Gas LP en entidades como Edomex, Tlaxcala, Veracruz y una zona de Hidalgo.
El envío de tropas a territorio poblano -principalmente a municipios como Tepeaca, Palmar de Bravo, Acatzingo, Quecholac y Acajete- desbancó a Puebla del primer al octavo lugar en piquetes a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Pero las organizaciones criminales dispersaron sus actividades ahora al gaschicol, un fenómeno que tomó auge en este sexenio, tras la implementación de la estrategia nacional contra el robo de hidrocarburos, según reportes oficiales de la empresa y de autoridades de seguridad.
Las tomas clandestinas al gasoducto Cactus-Guadalajara, principalmente, sumaron 2 mil 525 piquetes en 2022, 6 por ciento más que en 2021.
En 2020 sumaron 2 mil 055; en 2019, mil 305, mientras que 2018 cerró con apenas 206 piquetes.
Aunque Puebla arrancó fuerte con el gaschicol -916 en 2019; mil 639 en 2020, y mil 462 en 2021- para 2022 las tomas ilegales de gas cerraron en 678.
Sin embargo, entidades como el Edomex son un foco rojo para Pemex.
En esa entidad, 2019 reportó 256 llaves ilegales de gas; en 2020, 176; en 2021 se disparó a 400, y en 2022 acumuló 637.
Esa aceleración de tomas clandestinas se reportó en los municipios de Tepetlaoxtoc, Coyotepec, Tezoyuca, Nextlalpan, Toatitla, Jilotepec, Soyaniquilpan, Polotitlán, Chiautla y Aculco, en la zona norte y noreste del estado.
Tlaxcala también detonó en tomas clandestinas de gas.
En 2019 reportó 40, luego, en 2020, subió a 102: en 2021 a 262, y 2022 se disparó a 361, principalmente en los municipios de Calpulalpan, Nativitas y Nanacamilpa.
Veracruz es también otro foco rojo para Pemex, luego de que en 2019 apenas registró 28 piquetes. En 2020 se elevó a 84; en 2021 49, y en 2022 detonó a 542 tomas clandestinas halladas.
Los municipios veracruzanos en alerta son los sureños, donde se han registrado una cadena de explosiones por el mal control de las llaves ilegales. Se trata de José Azueta, Juan Rodríguez Clara, Isla, Chacaltianguis, Tierra Blanca, Tres Valles, Cosamaloapan, Amatlán, Cuichapa, Acayucan y Omealca.
Hidalgo también tomó la estafeta del gaschicol luego de que en 2019 arrancó con 26 tomas clandestinas, 29 en 2020, 67 en 2021 y 256 en 2022, principalmente en Tula y Tepeji.
Según cifras de Pemex, al cierre de 2021, los piquetes de gas LP aumentaron un 16 por ciento a nivel nacional en comparación con 2020.
De acuerdo con la Asociación de Distribuidores de Gas LP, el robo de este producto en ductos de Pemex genera un boquete de mil 100 millones de pesos cada mes sólo por concepto de IVA que no se paga si fuera vendido de manera legal.