Baja a la mitad presa La Boquilla
La presa La Boquilla, en el municipio de San Francisco de Conchos, ha tenido una disminución significativa en el volumen de agua que tiene almacenado, esto debido a que desde abril fueron abiertas las compuertas para el ciclo agrícola de 2023, mientras que hasta ahora la captación por escurrimientos ha sido poca por la escasa lluvia.
De acuerdo al reporte emitido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el almacenamiento de la presa pasó de un 68.4 por ciento al primero de mayo, que se traduce en mil 948 millones de metros cúbicos, a un 62.9 por cierto al primero de junio, que representa mil 789 millones.
Sin embargo, en el informe publicado ayer, la presa ya tenía mil 513 millones de metros cúbicos, es decir el 52.3 por ciento de su capacidad total, la cual es de dos mil 893 millones de metros cúbicos. Esto significa que, en dos meses y medio, La Boquilla perdió el 16 por ciento de su capacidad; sin embargo, en comparación con los años anteriores, tiene un nivel superior pues al 19 de julio de 2021 tenía el 24.7 y el año pasado el 20 por ciento.
Actualmente el desgaste de la presa es de 53.8 metros cúbicos por segundo, es decir 53 mil 800 litros, de los cuales 52.5 metros cúbicos representan la extracción para el riego, mientras que los mil 500 litros son los que se pierden por la absorción.
La presa La Boquilla representa alrededor del 80 por ciento del volumen que pueden captar las presas de la entidad en su totalidad, por lo que las variaciones que tiene impactan en el promedio en general de manera significativa, y un bajo volumen puede poner en riesgo los ciclos agrícolas.
En lo que respecta al promedio general, las presas tiene un almacenamiento del 54.9 por ciento, lo que representa un total de dos mil 276 millones de metros cúbicos.
Hacia septiembre de 2022, cerca de la conclusión del ciclo agrícola, ocho de las 10 presas del estado se encontraban al 100 por ciento de su capacidad, mientras que la Boquilla contaba con un volumen almacenado del 79 por ciento.
En ese momento, el agricultor y parte del movimiento de defensa del agua, Víctor Velderrain, dio a conocer que con esos volúmenes podían garantizarse dos ciclos de riego (2023 y 2024) incluso en escenarios de sequía, si el agua se mantiene almacenada.
Hasta el momento, las lluvias registradas en la región de Bocoyna, de donde vienen los escurrimientos hacia las presas, no han generado impacto pues el agua captada ha sido absorbida por la sequedad del suelo.
Con información de: eldiariodechihuahua.com