Crece tensión en puerta 36 de muro fronterizo
Ciudad Juárez.- Ocultos en arbustos secos, con ropa mojada por haber cruzado el río cuya agua les llega al ombligo, en espera de un descuido de la Guardia Nacional de Texas para cruzar el alambre de púas que los mantiene fuera de territorio estadounidense, migrantes pasaron un momento de tensión en la búsqueda de entregarse a agentes de la Patrulla Fronteriza impedidos por la presencia de los militares.
Con temperaturas de entre un grado centígrado y 10 como máxima, hombres que viajan sin su familia y algunas unidades familiares fueron observados en la puerta 36 del muro fronterizo, a la orilla paseña del río Bravo (río Grande para los del país vecino), algunos utilizando una vieja casa de campaña azul con naranja que otros migrantes dejaron a pocos centímetros del cauce.
Un grupo adicional de cerca de 50 personas, casi todas con abrigos abultados, se encontraban formadas esperando a ser procesadas por agentes de la Patrulla Fronteriza ya en territorio extranjero para buscar oportunidades de trabajo o refugio.
Una familia colombiana, con dos adolescentes, un hombre de 27 años y una mujer de cerca de 50, se preparaba, a su vez para cruzar el río, pero al ver una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal decidieron huir corriendo hacia el bulevar Juan Pablo II para evitar ser detenidos por los oficiales. Una camioneta tipo van y una pickup del Instituto Nacional de Migración también vigilaban la zona circundante al punto 36 del muro fronterizo.
De acuerdo con Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Gobierno municipal de Juárez, el flujo de personas en movilidad creció la semana que está por concluir en comparación con la anterior, particularmente por aquellos que llegaron a bordo del tren de carga que arriba a esta frontera, que forma parte de la empresa Ferromex.
De quienes llegaron el miércoles, contó el funcionario local, apenas unos 50 o 60 se quedaron en los espacios de refugio que ofrece el Instituto Nacional de Migración y el Gobierno de Juárez, tanto en la carpa colocada cerca del Biblioavión como en el albergue ‘Kiki’ Romero, pero sólo es por una noche, pues el propósito de las personas que arriban a esta frontera es claro: cruzar a la brevedad.
Con información de: eldiariodechihuahua.com