Gobierno de Parral conmemora el 208 aniversario luctuoso de José María Morelos y Pavón
COMUNICADO DE PRENSA:
-El llamado Ciervo de la Patria fue pieza fundamental del ejército insurgente en la lucha de Independencia.
Esta mañana, el Gobierno de Parral colocó una ofrenda floral al pie del monumento en honor a Don José María Morelos y Pavón, al cumplirse 208 años de su deceso, luego de ser fusilado el 22 de diciembre de 1815 en San Cristóbal Ecatepec, hoy Estado de México.
Morelos quien vio la primera luz en Valladolid, hoy Morelia, el 30 de septiembre de 1765 fue un sacerdote, militar y político de la Nueva España que se conformó como el máximo líder insurgente de la segunda etapa de la Guerra Independentista de México, 1811-1815.
Estudió la carrera de sacerdote en el Colegio de San Nicolás y luego ingresó al seminario de Valladolid, y ya con la carrera eclesiástica fue nombrado cura de Carácuaro, donde estuvo hasta 1810.
En la lucha insurgente se conformó por órdenes de Hidalgo, como jefe insurgente en el sur de México, logrando importantes victorias. Entre sus principales encargos estuvo el de ocupar Acapulco, baluarte de la comunicación de la Nueva España.
Hacia 1814, en la declive militar, Morelos logró conquistar la mayor parte del sur del país y parte del centro, en la región del actual estado de Morelos, escenario en 1812 de su acción militar más importante en el llamado sitio de Cuautla, lo cual lo elevó como el principal contendiente del ejército realista.
Organizó el Congreso de Anáhuac, primer cuerpo legislativo de la historia de México, con sesiones en Chilpancingo, hoy Estado de Guerrero, donde el generalísimo presentó el documento conocido como “Sentimientos de la Nación”.
El 22 de octubre de 1814 en Apatzingán el Congreso aprobó la primera Constitución de México, que Morelos mismo declaró posteriormente como mala por ser impracticable.
Luego de varias dolorosas derrotas, el llamado Ciervo de la Nación fue apresado el 5 de noviembre de 1815 en Temalaca, hoy Temalac, municipio de Atenango del Río, del Estado de Guerrero, para ser juzgado por la Santa Inquisición y posteriormente, fusilado en San Cristóbal Ecatepec, hoy Estado de México, el 22 de diciembre de 1815, dejando tras de sí un legado imborrable para la Nación Mexicana.