Imelda Rodríguez “luchadora” social, se mofa de adulto mayor; “ya no nos sirve, llévenselo”
Parral.- “El señor Manuel Molina fue despedido porque ya no nos sirve, en peligro y se mate subiendo los techos, si les sirve a ustedes llévenselo a la prensa”, dijo tajante la señora Imelda Rodríguez, funcionaria del jardín del abuelo.
El miércoles por la mañana se informó del despido del señor Manuel Molina; al acudir reporteros de Codigo 13 a la dirección del Jardín del Abuelo donde se encontraban Rosa María Huerta e Imelda Rodríguez, directora y funcionaria del lugar respectivamente; la señora Rodríguez, “incansable luchadora social”, al cuestionarle sobre el despido del señor Molina respondió, “El señor Manuel Molina fue despedido porque ya no nos sirve, en peligro y se mate subiendo los techos, si les sirve a ustedes llévenselo a la prensa”.
Dicho comentario generó incomodidad y molestia para los presentes, ya que se trata de un adulto de 70 años quien de los fundadores del Jardín del abuelo y con un antecedente de por lo menos 6 años al servicio.
La también ex candidata a sindica y también presidente del Comité de Patrimonio Familiar, por muchos años se ha caracterizado por ser una luchadora social en defensa de los adultos mayores, sin embargo, ahora que se encuentra de nueva cuenta como funcionaria del nuevo amanecer, parece que se le olvido el respeto y sin mayor interés, simplemente refirió que el señor ya está muy grande y que incluso podía matarse subiéndose a los techos del inmueble, por lo que se procedió con rescindir su relación laboral.
Por su parte, Rosa María Huerta, directora del Jardín del abuelo, únicamente mencionó que no está en sus manos intervenir para que el señor sea reinstalado en el jardín del abuelo, ya que es una decisión que se tomó desde la ciudad de Chihuahua en la oficina de grupos “Vulnerables”, según lo dio a conocer.
Para sorpresa de las dos funcionarias que evidentemente les gano el partidismo, el resto de los adultos mayores que acuden al jardín del abuelo se dieron a la tarea de recabar firmas para exigir que le devuelvan su trabajo y que no contraten a otra persona, o bien, que re-ubiquen al señor para que no se ponga en riesgo su integridad física como ellas señalan.