Chihuahua, un año con los 67 municipios en sequía
Ciudad Juárez.- El pasado 31 de julio, el estado de Chihuahua cumplió un año con el total de los 67 municipios en algún grado de sequía.
De acuerdo con el Monitor de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), todavía hasta la primera quincena de julio de 2023, once municipios permanecían con la casilla en blanco en el marcador de los diferentes niveles del estiaje.
El fin de mes siguiente, sin embargo, ocho entraron en nivel D0, que significa ‘anormalmente seco’, y otros tres en D1, que es ‘sequía moderada’, sosteniendo a partir de entonces algún grado en la medición hasta el término de julio de 2024, fecha del más reciente reporte del gobierno federal.
En el primer grupo están Aldama, Aquiles Serdán, La Cruz, Delicias, Julimes, Meoqui, Rosales y Saucillo. En el segundo, Santa Isabel, Gran Morelos y Praxedis G. Guerrero, en el Valle de Juárez.
El municipio de Juárez, muestra la información, entró en condición de ‘anormalmente seco’ desde abril de 2023 y, al final de julio pasado, Conagua lo ubicó en ‘sequía extrema’.
Otros municipios llevan aún más tiempo, como Manuel Benavides y Ojinaga, en algún grado de escasez desde abril de 2020; Ascensión, desde junio del mismo año, y Guadalupe y Coyame del Sotol, desde el 31 de agosto de 2021.
Un análisis sobre la base de datos del Monitor de Conagua arroja también que esta es la primera vez en los últimos 12 años que todos los municipios del estado pasan un año con algún nivel de afectación.
En los datos de Conagua se observa también que, al 31 de julio de este año, Chihuahua tenía el 54 por ciento del territorio con ‘sequía extrema‘; el 27.6 por ciento en grado ‘severo’; un 11 por ciento en grado ‘excepcional’ y un 7.1 por ciento en estiaje ‘moderado’.
Junto con Sinaloa, agrega el monitor, dentro del resto de las entidades del país, sólo Chihuahua tiene el cien por ciento de la superficie afectada.
Consultada respecto al impacto, la Secretaría de Desarrollo Rural del gobierno del estado informó tener vigilancia sobre 43 mil 320 hectáreas en 544 núcleos de riesgo y haber adquirido una póliza de seguro agrícola por más de 8.5 millones de pesos para proteger los cultivos de temporal de maíz, frijol y avena, sobre todo de la zona serrana.
“Los cambios climáticos representan un gran desafío; las temperaturas extremas y la escasez de lluvia afectan la productividad agrícola (…) Este fenómeno no sólo amenaza la producción de alimentos, sino que también pone en riesgo la seguridad hídrica, la biodiversidad y la economía de todo el mundo”, indicó Desarrollo Rural.
La oficina estatal de Conagua, por separado, agregó que ‘el reto’ es “lograr el consenso con los productores para los programas de riego acordes a la situación de las disponibilidades, privilegiando el Derecho Humano al Agua”.