Hay mil 038 desaparecidos en Juárez
Las desapariciones de personas no son casos aislados, ya que en el estado de Chihuahua suman 3 mil 831 reportes vigentes, y Juárez es el principal municipio con mil 038 víctimas, denunciaron familiares y organizaciones en esta frontera.Con el fin de acercarse a la comunidad y dar a conocer la realidad del delito, ayer, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, parte de las familias y de las agrupaciones que les ofrecen acompañamiento social, jurídico y emocional sostuvieron un diálogo con estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Familiares de mujeres y hombres desaparecidos narraron a los universitarios sus historias en la búsqueda de sus seres queridos, durante el evento organizado por el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte (CDHPN), que actualmente acompaña 24 casos de hombres desaparecidos y 10 casos de hombres identificados sin vida.
“Nuestro trabajo es defender el derecho a ser buscado y el derecho de las familias a saber qué pasó con sus seres queridos, el cual también es un derecho de la comunidad ante los miles de casos de desaparición que existen en Ciudad Juárez”, explicó la abogada Karla Palacios Flores.El CDHPN nació en 2001 como un espacio de discusión de grupos religiosos para entender la violencia que se vivía entonces en Ciudad Juárez, pero hasta 2011 –ante el contexto de la guerra contra el narcotráfico– consolidó su trabajo en el tema de desaparición de hombres, a través de servicios gratuitos de defensa y apoyo psicosocial.“Existen más de 115 mil personas desaparecidas a nivel nacional, pero no refleja la realidad de la problemática, porque hay muchos casos en los que no existe un reporte. Juárez es el municipio del estado con más casos de víctimas del delito, principalmente personas entre 18 y 24 años. No son casos aislados, por lo cual la colectividad, el reunirse, es indispensable”, destacó.Parte del trabajo del CDHPN es la búsqueda con vida y sin vida de las personas, defender el derecho de las familias a participar en los rastreos, así como apoyarlas a capacitarse para poder identificar zonas de posibles fosas clandestinas y para identificar cuando se trata de un resto óseo.
Ante la necesidad de agruparse para reunirse en espacios públicos y exigir atención inmediata a sus casos, en 2013 se consolidó una red de familiares que se denominó Colectivo Familias Unidas por la Verdad y la Justicia, apoyado por el Centro.
‘Una persona desaparecida nunca se deja de pensar’
Alejandro Durán Calderón, coordinador del Colectivo Familias Unidas por la Verdad y la Justicia, compartió con los estudiantes el proceso de búsqueda de su hermano, César Gonzalo Durán Calderón, quien fue privado de la libertad el 19 de julio de 2011 en la ciudad de Cuauhtémoc. Recordó que su hermano “Chalo” creció en el estado de Chihuahua hasta que decidió irse a Estados Unidos de manera irregular, en donde se casó con una ciudadana estadounidense, tuvo dos hijos y una hija, pero para poder regularizarse en el vecino país tenía que regresar a México un año; sin embargo, encontró un país que “ya no era el que dejó, regresaba a un país en guerra… la mal llamada guerra contra el narcotráfico”.
“Chalo” fue desaparecido en Cuauhtémoc y desde entonces nunca se volvió a saber nada de su paradero, pero “una persona desaparecida nunca se deja de pensar, el dolor ante la ausencia es muy difícil describirlo”, confesó al pedir a los estudiantes que pensaran en las personas que más aman e imaginaran que de pronto no las ven más, e imaginar así fechas como su cumpleaños, el Día de las Madres o Navidad, y explicó que con ese dolor viven ellos.Alejandro destacó también la violencia institucional a la que se enfrentan las familias, ya que nadie está preparado para la desaparición de un familiar, y al acudir a la Fiscalía General del Estado muchas veces se encuentran con una revictimización con frases como “si lo desaparecieron es que en algo andaba”, “supérelo” o “ya déjelo pasar”.“En 2011, en Chihuahua no se reconocían las desapariciones y luchamos, en el caso de los hombres, con dichos del gobernador y del presidente de que estábamos mintiendo, como si las familias un día se despertaran y ya hubiera desaparecido”, recordó.“Nos vamos topando con otros y otras que sufren nuestros mismos dolores. Nosotros vivimos el dolor de una manera distinta, en la familia casi siempre hay una o dos personas que tomamos el rol de la búsqueda y no quiere decir que a las demás personas no les duela, pero para mí es una manera de enfrentar el dolor, para otras es a través de la fe o desde la soledad, incluso hay algunas que han perdido la vida al enfrentar la soledad en medio de tanto dolor”, explicó el psicólogo.A 13 años de la desaparición de su hermano, destacó que las familias siguen de pie porque existen actores solidarios, como las organizaciones, quienes nunca las dejan solas.“¿Qué le toca a la sociedad?, hacer memoria, porque la estrategia del Gobierno es apostarle al olvido, por lo que pido hacer visibles a los desaparecidos y dar voz a las exigencias de las familias, para hacer eco”, pidió Durán a los participantes, así como compartir el dolor y el difícil caminar; pero también los logros de encontrar a las personas con o sin vida y los cambios que se han realizado en las autoridades gracias a su lucha.
‘Somos las familias los primeros buscadores’
Ana Cuéllar Figueroa, mamá de Jessica Ivonne Padilla Cuéllar, desaparecida el 7 de julio de 2011 a los 17 años de edad, recordó que su hija estudiaba el cuarto semestre en la preparatoria Río Grande y que soñaba con ser doctora, especialista en geriatría, pero que desapareció al buscar trabajo para comprar su uniforme y sus útiles escolares.“Son 13 años sin respuesta, 13 años que me ha tocado caminar desde el día cero que ella ya no regresó. Somos las familias los primeros buscadores, los que hemos estado las 24 horas buscando información, se han perdido datos, se ha perdido información en Fiscalía… las autoridades, los tres niveles siguen sin tener resultados, siguen haciendo trabajos nulos; yo a 13 años no sé nada de mi hija”, reclamó la madre.Recordó que el día que desapareció era jueves y que al ver que no llegaba a su casa fue con su hijo a buscarla a la parada del camión, después con su esposo a buscarla al Centro de la ciudad, luego recorrieron ruteras y salones de baile, a la medianoche continuaron la búsqueda en hospitales y a las 3:00 de la mañana acudieron al Servicio Médico Forense (Semefo). Al no encontrarla acudieron a la FGE, en donde le pidieron a Ana que regresara a las 10:00 de la mañana para que levantara una denuncia de desaparición, pero al acudir quien la atendió “estaba aferrada que qué le había hecho a mi hija”, y le cuestionaba “si encontramos a su hija usted puede ir al bote, bueno a prisión, por omisión de cuidados porque ella es menor de edad”, por lo que casi después de dos horas pudo iniciar su denuncia.“Han sido 13 años de luchar contra eso, de buscar la exigencia, 13 años sin respuesta de la autoridad. Sé que mi caminar todo este tiempo no ha sido en balde porque ha servido para prevenir la desaparición de otros hombres y mujeres”, compartió. Ivonne Mendoza, del Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer (Cedimac), acompañó a la madre, así como ha lo ha hecho con otras madres de víctimas de feminicidio y desaparición en Ciudad Juárez. “Las madres han cambiado la visión de la desaparición de niñas y mujeres y han cambiado el contexto”, dijo al recordar que en 1993 inició el registro de desaparición y feminicidio en Juárez, ciudad que años después fue reconocida a nivel mundial por el delito. Mendoza destacó que Fiscalía carece de un equipo especializado en la investigación de desapariciones de larga data, ya que no es igual investigar el caso de una persona que acaba de desaparecer que el de alguien que desapareció hace años.En el encuentro también participó la abogada Sara Villegas, del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), el cual defiende la causa de personas refugiadas, desplazadas forzadamente, como es el caso de Zoraida Rojas García, mamá de Kevin Damián Rojas, de 25 años, desaparecido el 14 de mayo de 2022.La madre relató que su hijo fue desaparecido en Orizaba, Veracruz y ella tuvo que huir para poner a salvo la vida de su otro hijo de 14 años, por lo cual se encuentra actualmente en esta frontera. Villegas denunció que la desaparición de personas migrantes es un tema invisibilizado por las autoridades, ya que no hay ningún tipo de registro “y no se ve que vaya a existir”.
Con información de: eldiariodechihuahua.com