Ataques con drones y explosivos en Gpe. y Calvo desplazan a decenas de familias
-Pobladores exigen intervención inmediata ante la creciente violencia
En los últimos días, diversas comunidades del municipio de Guadalupe y Calvo han sufrido ataques con drones cargados de explosivos, presuntamente operados por grupos delictivos.
Poblados como Dolores, San Ignacio, Crucetitas y Tableteros han sido los más afectados, sumiendo a los habitantes en un estado de miedo e incertidumbre.
Desde el pasado miércoles por la tarde, los ataques han generado pánico entre los residentes, quienes han denunciado los hechos a través de diversos canales locales. Ante la escalada de violencia, muchas familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
A los ataques con drones se suman recientes enfrentamientos armados, intensificando la crisis en la región. Viviendas en localidades como El Saucito y El Arroyito presentan daños considerables causados por artefactos explosivos y armas de fuego. En estas zonas se han encontrado casquillos de diferentes calibres y artefactos tipo mortero, mientras que campamentos han sido destruidos en los alrededores.
En un esfuerzo por controlar la situación, corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno han intervenido en las áreas afectadas. Varias personas han sido trasladadas al poblado de Dolores para su resguardo. Sin embargo, hasta el momento no se cuenta con un informe oficial sobre víctimas o daños materiales específicos.
Se estima que alrededor de 100 personas han sido desplazadas, aunque esta cifra podría aumentar en los próximos días conforme se evalúe la magnitud del problema.
Por su parte, el visitador de derechos humanos de la región, Juan Portillo Díaz, aseguró que se está dando seguimiento a los hechos y se está brindando atención a las personas desplazadas; empero, aún no se ha determinado el número exacto de afectados.
Ante la creciente inseguridad, los pobladores han hecho un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para implementar medidas inmediatas que frenen la violencia y garanticen su seguridad. La situación en Guadalupe y Calvo refleja la profunda crisis que afecta a varias regiones de la sierra chihuahuense, donde las comunidades enfrentan una constante amenaza por parte del crimen organizado.