‘Hay que saber tratar a China sin excluirla’
Ante la intención del actual Gobierno de México de reducir las importaciones desde China y enfrentar junto con Estados Unidos la competencia comercial de dicho país, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón consideró que no se puede excluir al gigante asiático, aunque sí se le debe pedir que cumpla con reglas internacionales.
“Sí, sabemos que quieren aliviar un poco la dependencia (de importaciones chinas)”, refirió en entrevista Shinichi Sato, director de la División de México, Centroamérica y el Caribe de la Oficina de Asuntos de América Latina del Ministerio.
“Pero nosotros nunca decimos que hay que excluir a China y eso es imposible y no es productivo para ningún país ni para la comunidad internacional”, anotó.Resaltó que, al ser el socio comercial más importante de China y tener una larguísima historia con dicho país, Japón ha aprendido que no puede apartar a esta nación tan importante.
“Creo que somos uno de los grandes conocedores de cómo tratar al gigante asiático, hemos tenido un par de guerras y por eso tenemos que acercar la realidad de que China es un país muy grande e importante. Nuestro argumento va en el sentido de cómo tratar a este gigante tan importante sin excluirlo”, dijo.
“Nuestro Gobierno nunca dice que hay que excluir a China, no, nuestro mensaje es muy sencillo: que China ya es la segunda economía más grande del mundo y además tiene una presencia muy importante en foros internacionales, entonces ya tiene la responsabilidad de portarse como un actor responsable de la comunidad internacional que cumpla con reglas y con dictámenes de cortes internacionales, que respete el consenso de la ley y un orden internacional, que respete derechos humanos y también reglas económicas sin recurrir tan fácilmente a prácticas como el dumping”.
Sato advirtió que también otros países están observando qué grado de control está ejerciendo México al permitir la entrada de productos chinos.
“Todos los países quieren exportar sus productos a un mercado donde sí existe la competencia justa, cumpliendo con reglas. En ese sentido, queremos seguir contando con México para que otros países de la región también se percaten de que existen estas preocupaciones y que la comunidad internacional junto con ellos tienen que saber cómo tratar a China sin excluirla”, manifestó.Indicó que, de acuerdo con Goldman Sachs, se proyecta que el Producto Interno Bruto (PIB) de México superará al de Japón dentro de 50 años, por lo que la economía del País es muy importante para la comunidad internacional.”Lo que hace México económicamente influye en lo que pueden hacer otras economías del mundo. Por eso, si China realiza este tipo de prácticas comerciales (desleales), no beneficia a México para nada para aspirar a ser una economía responsable del mundo”, comentó.”Estamos prestándole atención a la presencia cada vez más grande de China en todos los términos, económicos, culturales y políticos. Y sea quien sea el ‘dueño’ de la Casa Blanca, creo que la amenaza china para Estados Unidos se hace cada vez más inminente y grande”, añadió.Ante ello, confió en que la revisión del Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026 sea exitosa.”Esperamos muy fuertemente que la revisión del Tratado contribuya a la economía mexicana y también a la inversión extranjera en México; no se trata solamente de una cosa entre tres países, sino que para todo el mundo”, dijo.Remarcó que el espíritu de este trato, desde el antecesor Tratado de Libre Comercio de América del Note (TLCAN), es tripartita.”Si el Tratado se divide en tres, entonces obviamente esa esencia, esa filosofía, se pierde, y yo no sé qué consecuencias puede traer. Creo lo bueno de tener un tratado tripartita es que tres países cumplen con las mismas reglas; si hay tres tratados puede que cada tratado tenga reglas distintas y eso sería muy complejo para los inversionistas y para todos.”Al fin y al cabo, si uno observa bien la construcción económica que rige en esos tres países, ninguno puede prescindir de otro. Esa estructura ya está bien establecida. Introducir tres tratados separados podría afectar esa estructura. Estoy convencido de que los tres países tengan las mismas reglas; si tienen reglas distintas de acuerdos bilaterales sería un desastre”, sostuvo.
Atentaría también Trump contra reglas internacionalesLas palabras amenazantes de Donald Trump sobre el incremento de tarifas arancelarias y medidas de protección contra la migración no están acorde con acuerdos internacionales y podrían resultar contraproducentes para los propios estadounidenses, estimó Shinichi Sato.
“No estoy diciendo que Estados Unidos no esté cumpliendo, pero algunas cosas que pronuncia el próximo Presidente estadounidense me parece que no están acorde a las reglas internacionales.
“En caso de que ponga en práctica esas reglas que no están acorde, entonces creo que la comunidad internacional, junto con México y Japón tenemos que decirle: ‘esto no se hace, esto no está permitido’.
No coerción, no chantaje ni amenazas, sino negociaciones, cumplimiento de las reglas. Sé que no va a ser fácil porque Estados Unidos es un país muy importante para México y para Japón”, expresó.
Coincidió con los economistas que piensan que imponer aranceles contra México terminará perjudicando a los consumidores de Estados Unidos y también a las empresas de ese país que cuentan con trabajadores mexicanos.
“Yo confío muy fuertemente que esas observaciones profesionales prevalezcan sobre las narrativas que pueden atraer a cierto sector de gente, pero que al fin y al cabo no benefician económicamente a esas personas. De corto plazo quizá lo ven bien, pero va a tener consecuencias.
“Las cosas no suceden sin consecuencias y los líderes deben llegar a un acuerdo teniendo en cuenta esas ramificaciones”, dijo.
Sobre las amenazas de deportaciones masivas, consideró que Trump es muy consciente de que el mercado laboral estadounidense cuenta con muchas personas latinoamericanas que, aunque entraron de manera ilegal, aportan mucho, especialmente en actividades como la agricultura.
“La pregunta es: ¿qué van a hacer las productoras agrícolas estadounidenses cuando pierdan a estas personas, trabajadores que vienen del sur de manera ilegal, pero que están contribuyendo a le economía local?”, cuestionó.
“El tema es muy complejo; no es una cosa de detener la llegada de inmigración y ya está, no es tan simple, porque los inmigrantes ya están integrados en la sociedad estadounidense, la comunidad estadounidense funciona con ellos”.
Debe México escuchar a inversionistasEl nearshoring es una “oportunidad de oro” para el País, pero para aprovecharlo el Gobierno debe tomar en cuenta las necesidades de los ciudadanos, a la par de garantizar la protección a las inversiones, opinó Sato.
“La relocalización es una ‘golden opportunity’; las empresas japonesas son conscientes de las oportunidades que México ofrece precisamente en este contexto del nearshoring y del friendshoring”, mencionó.
“Las empresas, junto con el Gobierno japonés, estamos observado el ambiente de inversión en México y esperamos que sea favorable para mayor mayor inversión japonesa”.
El funcionario indicó que están siguiendo con gran interés las medidas que el Gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum está aprobando con respecto a la reforma judicial y otros cambios constitucionales.
“México, obviamente como un país soberano, debe tomar medidas para el bien del pueblo mexicano y también para el bien de su papel como actor importante de la comunidad internacional”, comentó.
“Ahora, cada gobierno toma sus medidas teniendo en cuenta lo que quiere el pueblo, pero también teniendo en cuenta lo que los inversionistas quieren, teniendo en cuenta los beneficios que pueden traer. Dicho esto, confiamos que el Gobierno de la Presidenta Sheinbaum tome decisiones que cubran estos elementos que acabo de mencionar”.
Sobre la mayor participación del Estado mexicano en diferentes industrias y proyectos, destacó que lo importante es encontrar el equilibrio en su grado de presencia en actividades empresariales.
“En cualquier mercado, el Estado tiene su papel importante para controlar o para vigilar. Un mercado en donde el Estado no puede participar de ninguna manera tampoco es bueno quizá, pero un mercado en donde el Estado interviene en todas las actividades empresariales tampoco me parece bien porque eso aniquilaría seguramente el espíritu empresarial y la libertad de negocios”.
Con información de: reforma.com