Tener cenizas de un familiar difunto en casa no es correcto, según la doctrina católica
- La Iglesia recomienda depositarlas en un lugar sagrado, como un templo o un panteón
El padre Leonel Larios, representante de la comunidad católica, expresó que mantener las cenizas de un ser querido en casa no es apropiado desde el punto de vista de la fe, debido a la importancia simbólica y espiritual que tienen los restos humanos.
“Hemos observado un aumento en prácticas sentimentales que no corresponden a los valores de la Iglesia. Algunas personas transforman las cenizas en medallas, pulseras, o las dividen entre familiares, lo cual es incorrecto y no respeta su dignidad”, afirmó.
El sacerdote explicó que tanto los cuerpos inhumados como las cenizas cremadas deben ser sepultados en lugares sagrados, como un panteón o una cripta al interior de un templo. Estos espacios, bendecidos por la Iglesia, garantizan el descanso eterno de los restos y honran su significado espiritual.
“Algunas iglesias cuentan con criptas dedicadas a la conservación de las cenizas, y los cementerios también cumplen esta función. Ambos lugares son bendecidos y aptos para albergar los restos de nuestros seres queridos”, puntualizó.
Además, el padre Larios advirtió que mantener las cenizas en casa puede dificultar el cierre del duelo emocional y exponerlas a posibles accidentes, como la ruptura de la urna, o incluso a usos inapropiados.
En casos donde los familiares necesitan más tiempo para despedirse, se sugiere que las cenizas no permanezcan en el hogar por un periodo mayor a dos meses. Pasado ese tiempo, deben ser depositadas en un lugar sagrado para permitir su descanso eterno y facilitar el proceso de duelo de los vivos.
La Iglesia invita a los fieles a reflexionar sobre la importancia de honrar adecuadamente a sus seres queridos de acuerdo con los valores y tradiciones de la fe católica.