‘Compete a la Federación encabezar las estrategias’
Ciudad Juárez.- La coordinación entre los tres niveles de Gobierno será clave para dar respuesta a las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, pero involucrando a las organizaciones y espacios humanitarios que son el primer frente en la atención de las personas que llegan a Ciudad Juárez, señaló el investigador de El Colegio de Chihuahua (El Colech), Rodolfo Rubio Salas.
“Es clave para cualquier tipo de problema, evidentemente para este mucho más, sobre todo porque la incertidumbre está ahí, las amenazas están ahí, pero los escenarios no están muy claros en términos de qué es lo que vaya a suceder, por lo tanto no hay que esperar a ver qué va a suceder, sino estar más o menos preparados para poder enfrentar la circunstancias que determinen la política migratoria estadounidense en cuanto a qué va a ser”, indicó el también integrante del Grupo Interdisciplinar en Temas de Migración (GITM).
Para Rubio Salas, el Gobierno federal es quien debe llevar la batuta y sentarse a trabajar con los otros niveles de Gobierno ante los distintos escenarios que pudieran presentarse, ya que las deportaciones masivas no serían tan fáciles como amenaza Donald Trump, pero también podría darse la permanencia prolongada en la ciudad de solicitantes de asilo en Estados Unidos.
A menos de un mes del inicio del nuevo gobierno estadounidense, lo que ocurre es un ambiente de incertidumbre, debido a que no sabe qué se va hacer, cómo se va hacer y si va a cumplir sus amenazas, por lo que tanto quienes ya se encuentran en Juárez como quienes vienen en camino podrían aprovechar los días que queden antes de que Trump tome posesión, para poder buscar algún mecanismo para entrar a Estados
Unidos, debido a que el escenario que contemplan es que cada vez va a ser más difícil llegar al vecino país.
“Yo creo que Estados Unidos está presionando ahora a México por todas las vías diplomáticas, entre comillas, en términos de las amenazas con los aranceles. A final de cuentas es un mecanismo de presión para que hagan algo para que las decisiones que tome al final, cuando ya esté en posesión, no sean tan radicales de alguna manera como las que estoy presentando. Y parece que México hizo un poco de caso, como que empezó a confiscar fentanilo, aprehendió a unos cuantos personajes del crimen organizado, y esas caravanas que eran muy visibles de repente se desvanecieron”, apuntó Rubio Salas.
Aunque es muy difícil saber qué va a suceder, el investigador vislumbra un incremento en las violaciones a los derechos humanos, ante una frontera más vigilada y las posibles deportaciones masivas. “A la hora de desarrollar un mecanismo muy fuerte de aprehender a las personas, va haber violaciones a los derechos humanos tremendas, porque ¿Cómo identificas quién tiene documentos o no?, o tú vas a llevar un documento que te diga que es así… ¿Cuál es el mecanismo que van a utilizar para identificar a esas personas?, pues el aspecto físico”, señaló.
No es tan fácil…
Sin embargo, realizar deportaciones masivas no es tan fácil como lo hace parecer Trump, “parece muy fácil decir: voy a hacer una deportación masiva, pero eso no necesariamente va a suceder en el primer mes o en el segundo mes, de que van a regresar cantidades grandes de personas, yo no creo que eso vaya a suceder, porque eso implica una logística, unos costos y una infraestructura como para poder aprehender a esas personas, saber en qué condiciones están en
“Yo creo que Estados Unidos está presionando ahora a México por todas las vías diplomáticas, entre comillas, en términos de las amenazas con los aranceles. A final de cuentas es un mecanismo de presión para que hagan algo, para que las decisiones que tome al final, cuando ya esté en posesión, no sean tan radicales” Rodolfo Rubio Salas Investigador de El Colegio de Chihuahua
Estados Unidos, y luego empezar a deportar. Como argumento suena bien, pero en términos de logística no es tan fácil llevarlo a cabo”.
“Yo creo que sí va a haber deportaciones, no sé hasta qué nivel, pero no creo que tenga que haber una crisis. Yo creo más bien que la crisis puede venir al revés, en el sentido de cuál va a ser el planteamiento del Gobierno de Estados Unidos en términos de política migratoria, si es algo parecido a CBP One, si es un MPP (el programa Quédate en México), y todas las implicaciones que tendría para México el hecho de que migrantes extranjeros se queden varados aquí sin respuestas claras o rápidas sobre sus solicitudes de asilo al Gobierno de Estados Unidos, parece que está más por esa parte que por las deportaciones masivas”, indicó.
Aunque Trump ha dicho que deportaría a familias, incluso con hijos ciudadanos estadounidenses, para poder hacerlo tendrá que cambiar la Constitución y establecer aspectos como para quién aplicaría, si para quienes apenas van a nacer o para quienes ya nacieron. Y debido a que no lo puede hacer a través de una medida ejecutiva, no sería inmediato.
Lo que sí podrían provocar sus amenazas son las autodeportaciones de personas que decidan regresar a su país, dijo después de que el primer gobierno de Trump registró un aumento en ese tipo de casos.
“Y de todas esas deportaciones masivas, ¿cuál sería el efecto en términos del comportamiento del trabajo?, porque ¿quién va a trabajar en esos sitios?, ¿qué tanto los propios empresarios de Estados Unidos, que incluso lo pudieron haber apoyado, van a negociar con él para perder esa mano de obra, que traería efectos negativos en su actividad económica?”, cuestionó.
Rubio Salas también destacó que Ciudad Juárez y las fronteras con Texas contarán con elementos diferenciados a Tijuana, por ejemplo, ya que mientras que el gobierno de California está totalmente contra las políticas de Trump, el gobierno de Texas lo apoya, lo que también podría significar una desviación de la ruta hacia fronteras que no sean tan complicadas para las personas migrantes.
“Puede implicar mayor violación de derechos humanos, quizá mayor cantidad de personas deportadas por estos lugares, pero al mismo tiempo puede tener un efecto en el sentido de desviar los flujos; si por ahí es más difícil entrar, y las condiciones son más difíciles, se desvían los flujos hacia lugares en donde, en apariencia, las condiciones son mejores”, comentó.
Sin embargo, el fin de la aplicación digital CBP One como una ruta para ingresar a Estados Unidos de manera regular, podría representar la permanencia prolongada de extranjeros en la ciudad, por lo que las autoridades deben tener respuestas más rápidas a lo que pudiera suceder.
Con información de: eldiariodechihuahua.com