Disputa entre delincuentes mantienen zozobra y pánico en la región
Parral. – Tras los recientes hechos violentos acaecidos en la región, robos de automóviles, ejecuciones y levantones en zonas aledañas a Parral y Jiménez, obedecen claramente a la pugna que mantienen integrantes del Cartel de Sinaloa contra operadores de “La Línea”.
Con información periodística y a través de la FGE, se conoce que actualmente la ciudad de Jiménez dominada por el grupo delictivo conocido como la “Línea”, controla todo el territorio del municipio en mención, así como puntos circunvecinos.
Los hechos violentos se han dejado sentir desde los días primeros del mes de junio, sin embargo, conforme avanzaban los días y a la fecha, los eventos fueron subiendo de intensidad a tal grado de varios enfrentamientos armados en los que se vieron involucrados agentes municipales.
El pasado 7 de junio fueron detenidos Fausto Jassiel Pérez Hernández de 19 años y Alexis Agustín Márquez Orduño de 20 años, ambos portaban un arma calibre .45 milímetros; el día 10 del mismo mes, los dos fueron localizados sin vida, torturados y desmembrados en la carretera Parral a Jiménez.
Ese mismo día en esta ciudad, fue victimado en las inmediaciones de la empresa Corona, el joven Juan Manuel Cuéllar Rivas de 18 años, a quien le dispararon en múltiples ocasiones con armas calibre .223.
Fue así, que por un lapso aproximado de un mes las situaciones violentas parecían haber desaparecido, pero el 8 de julio se encontró en la vieja caseta de la carretera Jiménez a Parral una camioneta Toyota calcinada y con impactos de arma de fuego.
En un evento diferente pero relacionado, agentes especializados encontraron cerca al puente del Río Florido el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino, quien presentó varios impactos de arma de fuego en diferentes partes del cuerpo.
A los tres días, alrededor de 14 sicarios con lujo de violencia despojaron a 7 conductores de sus vehículos en la vía corta a Chihuahua. Entre el kilómetro 35 y 43 de la referida carretera a 15 kilómetros de Satevo, amagaron a los conductores, los dejaron maniatados y sin calzado entre brechas, para después hurtarles las unidades.
El día 16 de julio, Lorena Valenzuela de 33 años, originaria de Ciudad Jiménez, fue encontrada sin vida en la carretera Parral a Jiménez, cuando tres tipos a bordo de una camioneta RAM la privaron de la libertad, siendo encontrada horas después sin vida en la carretera Parral a Jiménez.
Al día siguiente, ocurrió un enfrentamiento armado en el municipio de Villa López, en dicho lugar, colonos presenciaron y hasta filmaron y/o grabaron el espeluznante hecho donde sujetos al parecer de grupos rivales armados se enfrentaron con saldo de más de 300 cascos percutidos y embalados, 5 vehículos asegurados de los cuales dos eran blindados, y se levantó el cuerpo sin vida de José Ángel Guerrero de 30 años, quien fuera victimado por impactos de arma de fuego.
Aunque oficialmente no se dieron detalles más que de un solo ejecutado, colonos aseguraron que en dicho enfrentamiento fueron alrededor de 8 personas fallecidas, pero estas habrían sido “recogidas” por sicarios presuntamente apoyados por oficiales municipales.
El 24 de julio, el cuerpo sin vida de un masculino fue localizado “entambado” y con un narco mensaje, fue abandonado en la gasolinera del acceso a la ciudad de Jiménez; sin embargo y por razones desconocidas, autoridades de la FGE se negaron a confirmar tal hecho, aun y cuando existen fotografías que así lo comprueban.
Ese mismo día alrededor de las 14:00 horas, sujetos armados a bordo de un automóvil Jetta ingresaron a Parral por la carretera a Jiménez accionando las armas de fuego de grueso calibre en las inmediaciones de la Puerta del Tiempo, y dando fin a la existencia de dos masculinos, quienes posteriormente fueron identificados como Julio Eduardo Rodríguez Villicaña de 61 años y Mario Ernesto Estrada Hernández. La fiscalía manifestó que los occisos, posiblemente no estarían relacionados al crimen organizado.
Fuentes investigadoras, añaden que la balística recogida durante ese día coincide con la balística embalada el 10 de junio en la ejecución de un joven en las inmediaciones dela puerta del tiempo.
Finalmente y hasta el momento, el cúmulo de hechos violentos continuo hasta el pasado lunes 31 de julio, cuando, grupos antagónicos se enfrentaron en el municipio de Jiménez, encuentro que dejó un saldo de tres personas si vida entre ellos dos policías municipales, trascendiendo que posiblemente los agentes cuyas fuentes revelan, estarían “coludidos” al narcotráfico, además de que en la unidad que viajaban fueron encontradas porciones de droga y envases de cerveza.
En ese mismo evento, las autoridades aseguraron 6 vehículos, todos ellos con reporte de robo. Cabe destacar que uno de los automotores fue hurtado el 11 de julio en la carretera vía corta, cerca de Zapien.
Hasta el momento, el clamor social estriba en la “pasividad” de las corporaciones policiacas para actuar ante las acciones narradas.
Cuestiona la “limpieza” que pueda existir al interior de las mismas, y acrecenta la sospecha de complicidad de algunos agentes o superiores de los mismos con el crimen organizado.
Y lo que es más, mantienen a la región bajo la zozobra y el pánico colectivo ante la falta de estrategias efectivas y de resultados concretos que pongan un cese inmediato a la vorágine de eventos de alto impacto.