Rapiña militar en el sismo
El primer acto de rapiña cometido por militares durante la emergencia por el sismo del 19 de septiembre, ocurrió en el primer rescate. Saquearon la casa de Wesley Bocxe, el primer rescatado con vida, en el edificio que se vino abajo en Ámsterdam y Laredo, de la colonia Condesa.
La misma tarde del 19 de septiembre, varios soldados se llevaron bolsas y chalecos de su domicilio. Eran chestvest (chalecos), fanny pack bolsas (similar a una cangurera) y pouches (bolsas sueltas) especiales para fotógrafos que él diseñó y patentó en Estados Unidos –de donde es originario– y que comercializa con su marca Newswear.
De no ser porque se trata de un fotoperiodista sobresaliente y conocido en el medio, el saqueo hubiera pasado desapercibido. Las imágenes captadas por mi compañero Miguel Dimayuga y varios colegas, muestran que los soldados portan esas bolsas Newswear.
No conozco personalmente a Wesley ni conocí a su esposa, también fotógrafa, Elizabeth Esguerra, quien lamentablemente perdió la vida en el mismo colapso. Pero sí sé de su trayectoria, de sus numerosas coberturas extremas, de sus aventuras, valentía y profesionalismo en los lugares más recónditos y conflictuados del orbe.
La tragedia y la indignación
En los tempranos ochenta, Wesley inició una fructífera trayectoria como fotoperiodista y, para 1985, fue enviado a México por la Agencia Reuters para cubrir los estragos del sismo del primer 19 de septiembre trágico para la Ciudad de México y para el país.
Desde entonces cubrió conflictos, desastres y guerras en El Caribe, Centro y Sudamérica; en Medio Oriente, África y Europa del Este. Por todas partes, Wesley registró las imágenes del fin de milenio y el inicio del nuevo, publicadas por las grandes agencias internacionales y las revistas Time y Newsweek.
Wesley decidió vivir en México, donde ha pasado la última década, comercializando su archivo y las creaciones en su marca Newswear ya mencionada, producto de su experiencia, dado que cada una de las prendas satisface las necesidades de un periodista gráfico conforme a lo que seguramente él mismo consideró le hacía falta en sus coberturas.
La identidad del colega, así como la exclusividad y especialización de su marca, además del hecho de que los soldados (y también voluntarios) hayan portado esas bolsas en los escombros del Ámsterdam y Laredo, no deja lugar a dudas sobre su comportamiento.
A lo largo de la semana, surgieron distintas versiones sobre conductas similares en otros edificios colapsados, pero hasta ahora ninguna había sido tan certeramente documentada como la que se perpetró en contra del patrimonio del colega Wesley.
El desastre causado por el sismo del 19 de septiembre, en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, sumado al de Oaxaca, Chiapas, Tabasco y Veracruz, del día 7, así como las intensas lluvias registradas en distintas partes del país, dejan un saldo espantoso, con cientos de fallecidos, heridos y damnificados. La solidaridad es manifiesta y esperemos que alcance a aliviar un poco el duelo.
Sé de varios colegas que sufrieron daños graves en sus viviendas y otras pérdidas, para ellos y para todo afectado, mi solidaridad. Rara vez me refiero a esto, pero los periodistas –como la mayoría de los ciudadanos– no hacemos dinero y situaciones extraordinarias se nos vienen encima. Los amigos de Wesley organizaron una colecta para cubrir los elevados gastos de su atención médica, en la plataforma https://wwwgofundme.com/4gloto8 donde todo apoyo será bienvenido.
Con información de: proceso.com