Pierden a 3 mil migrantes de la caravana en Tijuana
Tijuana. – De los más de 6 mil 200 migrantes centroamericanos que llegaron en caravana a esta ciudad desde noviembre, menos de la mitad fue trasladado al nuevo albergue El Barretal, habilitado a las orillas de Tijuana.
Mientras que del resto no hay certeza de dónde se encuentran y sólo 400 permanecen en las inmediaciones del antiguo albergue de la Unidad Deportiva Benito Juárez, puesto que se niegan a retirarse.
Desde el jueves pasado, autoridades locales, con apoyo del personal del Instituto Nacional de Migración (INM), comenzaron con el operativo para llevar a los cientos de migrantes desde la zona norte del municipio hasta el lado este.
Ello, luego de que la lluvia, que se presentó durante todo el fin de semana, ganara en tiempo los planes de movilidad destruyendo prácticamente el campamento instalado en el centro deportivo.
David Alejandro, un joven hondureño de 23 años, únicamente recuerda de su último día en el albergue Benito Juárez que un aguacero cayó sobre él y miles más que intentaban refugiarse sin éxito dentro de un pedazo de tela, en una pequeña casa de campaña para cuatro personas, pero en donde había hasta ocho.
De acuerdo con cálculos de la dirección de Protección Civil de Tijuana, en este nuevo albergue caben 2 mil 500 personas bajo techo y otras 3 mil 500 en la explanada, en la que hay planes de colocar una lona que sirva de techo para cubrir a los migrantes del agua.
El presidente del Consejo Estatal de Migrantes en Baja California, Rodolfo Olimpo Bojórquez, dijo que desde “el jueves hasta este lunes por lo menos llegaron 2 mil 500 migrantes, mientras que 300 más se quedaron en la zona norte, del resto, alrededor de 3 mil, nadie sabe en dónde están”.
El ex regidor indicó: “Le estamos pidiendo a los demás refugios que nos apoyen con un listado para saber cuántos de ellos están en esos lugares, otros más cruzaron el muro y se pasaron a Estados Unidos, más o menos. Ahí va el conteo, pero estamos tratando de hacer el censo.
Durmieron hacinados junto con otros 6 mil 200 migrantes centroamericanos y si antes de la lluvia era difícil cohabitar en un espacio sin privacidad y con pocas condiciones de higiene, con la lluvia fue imposible, dice Alicia. Para quienes como ella dormían en una casa de campaña sobre un campo de futbol, que terminó por convertirse en una trampa de fango, era difícil convivir.
Algunos albergues como Juventud 2000 o Embajada Migrante, uno situado en la zona norte y el otro en Playas de Tijuana, y otros más como Madre Asuntta, confirmaron que han recibido a centroamericanos de la caravana; sin embargo, especificaron que no han sido más de 10 o 15 familias.