Legendarios de Cristo reconocen abusos del sacerdote Fernando Martínez; piden perdón a las victimas
Integrantes de Los Legionarios de Cristo reconocieron los abusos que el sacerdote Fernando Martínez Suárez cometió contra niñas en México.
De acuerdo con una investigación de la agencia estadounidense Praesidium, fueron ocho denuncias las confirmadas por Los Legionarios, quienes también reconocieron que aunque Martínez ya había sido denunciado, continuó trabajando en centros religiosos y colegios de Cancún, Quintana Roo, y la Ciudad de México.
Los casos que reconocen los integrantes del grupo fundado por Marcial Maciel, ocurrieron en Cancún.
En un documento, Los Legionarios de Cristo piden perdón “a cada persona que haya sufrido un abuso del padre Fernando Martínez Suárez”, de acuerdo con información de El País.
“Fue un error gravísimo asignar a un sacerdote que había cometido abusados a un puesto de trabajo pastoral con niños y jóvenes en otro lugar”, aceptan Los Legionarios, según el documento al que tuvo acceso el diario español.
En mayo de 2019, una de las víctimas mostró la evidencia de los abusos que había sufrido por parte de Martínez Suárez.
En ese momento, Los Legionarios de Cristo señalaron que el sujeto tenía 79 años de edad y vivía retirado en una casa religiosa de Roma, en Italia. También dijeron que ya no ejercía ningún ministerio pastoral.
Los abusos ocurrieron entre 1991 y 1992. Las víctimas de Martínez eran niñas de entre seis y once años de edad. Fernando Martínez Suárez, a diferencia de Marcial Maciel, sigue con vida.
Durante años campó a sus anchas por los pasillos vaticanos. Era el ejemplo de fundador de nuevo movimiento: un hombre íntegro, adulador, con capacidad de liderazgo. Juan Pablo II lo consideró “guía eficaz de la juventud”. Pero, durante décadas, muchos en la Iglesia sabían que en realidad Marcial Maciel (1920-2008), fundador mexicano de la Legión de Cristo y afincado durante años en España, era un depredador.
La Santa Sede había recibido las primeras denuncias de abusos contra Marcial Maciel en 1948, pero no hizo nada hasta que, en 2006, el Papa Benedicto XVI condenaba al fundador de los Legionarios de Cristo a una vida de oración y silencio, apartado del mundo, al comprobar que había abusado sistemáticamente de menores y que, además, mantenía una doble vida, con varias mujeres y hasta media docena de hijos
Con información de: eldiario.es.