Éste, señala que los cinco citados inicialmente los estados marcados según su sistema con “Doble Rojo”, que significa que superan por más del doble al promedio nacional de asesinatos que para este año, mismo que alcanzó los 5.9 por cada 100,000 habitantes.
Este mismo Indicador coloca a ocho estados en “Rojo”, por presentar una tasa de homicidios mayor al promedio nacional. En esta clasificación se encuentra Guerrero con 10.9 asesinatos por cada 100,000 habitantes, le sigue Zacatecas con 7.5 delitos de este tipo, Michoacán con 7.2, Jalisco con 7.1, Sinaloa al registrar 6.1 homicidios por cada 100,000 habitantes, Tabasco con 5.9 y Sonora con la misma cifra.
Además de estos estados que aparecen con las cifras de homicidios más elevadas, están los que, aunque su cifra está por debajo del promedio nacional, si registraron una acentuación en el número de la comisión de estos delitos.
Los estados en dónde se disparó el homicidio
En esa clasificación están Nuevo León, que registró un aumento de 104%, en donde ocurrieron cinco asesinatos por cada 100,000 habitantes; la Ciudad de México en donde este delito se disparó 48% más y en el que se registraron 4.3; y Tabasco con 47% en donde se cometieron 5.9 asesinatos.
Roel insistió que la mayoría de las ejecuciones pueden atribuirse a la lucha por el mercado de drogas que se vive en diferentes zonas del país, en ese sentido insistió en la necesidad de poner en marcha estrategias integrales para la pacificación del país que incluyan como eje principal la regulación de la marihuana y otras drogas sintéticas.
“Mientras no se regulen algunas como la cannabis o la amapola, México seguirá en una tendencia de violencia alcista. Los mercados no se combaten con fuerza sino con inteligencia económica; por ello, la Guardia Nacional puede ayudar en otros delitos, pero no en homicidios”, afirmó.