“Ella no se mató”, reprochan familiares de maestra
Una media hora antes de morir de un balazo en la cabeza, la maestra Ariadna Natalí Bustillos Salvador había puesto un anuncio en redes sociales sobre el regreso a clases la siguiente semana. Estaba feliz de haber logrado su plaza como profesora y planeaba estudiar la maestría al comenzar el ciclo escolar.
“Tenía muchos planes y sueños, ella no se mató”, dice Zóchil Azucena Bustillos, una de sus familiares, quien considera que los proyectos futuros que tenía su sobrina desmienten la versión oficial del suicidio que el Ministerio Público de Madera asentó en una investigación plagada de irregularidades.
Ariadna Natalí, de 27 años, madre de 3 pequeños hijos, fue encontrada sin vida la noche del viernes 21 de agosto en su casa de la comunidad de La Posta, municipio de Temósachic. Tenía un disparo en la cabeza de calibre 22, dado presumiblemente con una escopeta, arma que no se localizó en el lugar de los hechos. De ahí nace la primera sospecha en torno al caso.
Luego vinieron otras inconsistencias, narran Zóchil y el padre de la víctima, Hugo Bustillos González, tras haber pasado el más doloroso episodio de sus vidas: enterarse de la muerte y dar sepultura a la joven, en medio de la indolencia y la negligencia de las autoridades investigadoras dependientes de la Fiscalía Zona Occidente del Estado.
El reporte oficial de la Fiscalía señala que se recibió el aviso del deceso de una mujer a las 7:40 horas el 22 de agosto, sin embargo, los familiares reportaron el hecho a las 11 de la noche del día anterior. Los agentes del Ministerio Público acudieron hasta las una de la tarde del siguiente día, cuando el trayecto entre la cabecera municipal y la comunidad donde ocurrió el suceso se realiza en dos horas.
En el lugar, según indica el parte oficial, se encontró a la víctima con un balazo en la cabeza, un casquillo percutido de calibre 22 y cuatro cartuchos. El arma no estaba en la escena, un sitio al que ya habían ingresado familiares de la víctima, como su madre, los hijos y el esposo.
Nunca analicé lo que pasó, hasta ahora: papá de Natalí
Alrededor de las 11:30 de la mañana del sábado 22 de agosto Hugo Bustillos fue avisado de la muerte de su hija. Él se encontraba en Guachochi, donde vive, y los hechos fueron en La Posta, municipio de Temósachic, donde vivía Natalí con su familia.
De entrada, no supo los detalles, sólo que estaba muerta. Le pareció increíble, pues justo el jueves había hablado por teléfono con Natalí y ella le había dicho lo contenta que estaba porque acababa de inscribirse a la maestría.
Bustillos señala que nunca analizó lo ocurrido, pues emprendió el viaje a Temósachic y luego a Madera, a donde llegó el domingo alrededor de las 8 de la mañana. Aturdido y confundido, se presentó ante el Ministerio Público encabezado por Telésforo Alonso Domínguez.
Sin saber por qué se le declaraba si él no había sido testigo de los hechos, quedó asentado como que había identificado el cuerpo de su hija, lo cual era falso, dado que jamás vio el cadáver, sólo supo que estaba en la funeraria siendo arreglado para su traslado y funeral.
Ahí pudo escuchar el testimonio de la madre de Natalí, su exesposa, de la que se había separado hace 14 años, señalando que había sido avisada por su yerno Carlos Iván Valdez.
“Su hija se dio un pinche tiro, véngase inmediatamente”, narró la señora ante el MP al reseñar lo que le había comunicado el esposo de su hija a las 10:55 de la noche del viernes 21 de agosto, mostrando el registro de la llamada en su celular.
La señora llegó a la casa de su hija cerca de la una de la mañana, pues se encontraba en Temósachic. Relató que vio el cuerpo de su hija con sangre, boca abajo y con los daños del balazo en la cabeza, sin reparar en la ausencia del arma, del marido y de los tres pequeños hijos del matrimonio, de nueve, siete y un año de edad.
“Nunca analicé lo que pasó, hasta ahora. Me dediqué a atender el funeral, el traslado a Tomóchi, municipio de Guerrero, donde fue sepultada… hasta ahora veo que hay muchas inconsistencias”, señala el señor Bustillos.
Reseña la ausencia del arma, el retraso de las autoridades en llegar, la falta de declaración del marido de su hija, el hallazgo del cuerpo boca abajo cuando supuestamente se había dado un balazo en la frente y sobre todo la ausencia de motivos de Natalí para tomar una decisión así; estaba feliz por sus logros profesionales, además de que tenía muchos planes y proyectos para la vuelta a clases, recuerda.
Retraso exagerado…
A una semana de los hechos, el padre de Natalí se dice extrañado por el retraso exagerado en la llegada del MP a La Posta, la falta de investigación ante las inconsistencias evidentes… y también la rapidez exagerada en la entrega del cuerpo para su sepultura.
Bustillos manifiesta que durante los trámites para el traslado del cadáver de su hija se dio cuenta que el esposo de ella no había sido llamado a declarar, sólo le pidieron a través de otra persona que entregara el arma voluntariamente para no proceder en su contra. Entregó el arma después, según se dio cuenta por comentarios de los asistentes al velorio que se realizó entre la tarde del domingo cuando llegó a Tomochi, así como durante la sepultura la tarde del lunes.
En esos trámites acelerados se dio cuenta de que entregaron el cuerpo de su hija para su traslado y sepelio sin que existiera certificado de defunción. Las autoridades les aseguraron que no había formatos oficiales para ello, pero que no había problema, podrían sepultarla sin tener el documento de su muerte.
Para ello se hicieron los trámites correspondientes, con documentos en los que se dejaron espacios en blanco para ser llenados después. El certificado de defunción se les entregó hasta el martes 25 de agosto por la tarde, asentándose el deceso a las 23:15 horas del 21 de agosto, es decir 20 minutos después de la llamada que hizo el esposo de Natalí a su mamá, avisándole que se había dado un balazo.
Tras el funeral, fueron los mismos amigos y familiares de la maestra quienes comenzaron a comentar que el cuerpo mostraba otras señales de violencia en las manos, el cuello, un ojo, que no encuadraban con la hipótesis de un disparo autoinfligido.
Adicionalmente no se les notificó si se abrió o no una investigación por la muerte; la autoridad se apresuró a cerrar el caso como suicidio, por lo cual las pertenencias de Natalí, como su computadora y el celular que utilizaba, no fueron aseguradas por la autoridad.
Todo indica que ella no se mató
Tanto el padre como la tía de Ariadna Natalí aseguran que las evidencias indican que ella no se mató. Y no es que se cieguen por el dolor, sino que a la luz de las pruebas tienen razones válidas para sospechar de actuaciones irregulares de las autoridades para cerrar el caso como suicidio.
Por ello, han solicitado una audiencia con el gobernador Javier Corral y la Fiscalía General del Estado, a fin de que no se cierre la investigación y por el contrario sea atraída por autoridades competentes, que puedan revisar las irregularidades y las evidencias a fondo.
“¿Cómo es posible que las autoridades no se hayan dado cuenta de todas las inconsistencias y actuaran con esa prisa ante la muerte de una mujer que era madre, maestra dedicada, conocida y valiosa en su comunidad?”, cuestionan.
Piden que su reclamo sea tomado con la seriedad que demanda el caso, porque al menor análisis puede verse la larga cadena de inconsistencias que se han dejado pasar por alto.
El malestar por esta actuación deficiente de la autoridad ministerial de Madera, advierten, no es sólo de su familia, sino de maestros de la región, padres, madres de familia y amigos de Ariadna Natalí, quienes exigen una investigación transparente y certera, que haga justicia y no deje un posible crimen en la impunidad que envuelve casi todos los delitos en el estado.
Sostiene FGE que se quitó la vida
La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que no existe delito que perseguir con relación a la muerte de la maestra Ariadna Natali Bustillos Salvador de 27 años, pues se confirmó que se trató de un suicidio utilizando un rifle calibre 22, mismo que fue asegurado, y se tiene también la declaración de la madre, quien expuso que su hija padecía de cuadros de depresión.
El reporte oficial establece que el pasado sábado la maestra de 27 años se encontraba en su domicilio en la comunidad de La Posta, municipio de Temósachic y subió a una habitación de la planta alta, en donde tomó la decisión de acabar con su vida usando un arma de fuego.
De acuerdo con el informe de la FGE, en su declaración, la madre de la joven expuso que ese día se encontraban en casa, cuando su hija subió a la habitación y fue entonces que se escuchó un disparo; al subir encontró a la maestra tendida en el piso en un charco de sangre.
De inmediato avisó a las autoridades y tras la revisión se localizó un rifle calibre 22 que cuenta con registro, así como un cartucho percutido, tal como se estableció en el reporte oficial.
La información oficial establece que la causa de muerte de la joven, quien se desempeñaba como maestra del subsistema federal, fue traumatismo craneoencefálico con múltiples fracturas de bóveda craneana por proyectil de arma de fuego.
Cadena de irregularidades
Quienes acudieron al funeral de la mujer, señalan que el cuerpo presentaba golpes visibles
1. El marido de Natalí reporta a la madre de la víctima la muerte a las 10:55 pm del 21 de agosto; el deceso se asienta oficialmente a las 11:15 pm de ese día.
2. Acude al lugar el Ministerio Público de Madera, no el de Temósachic; hasta el mediodía del sábado 22 de agosto da fe del cadáver y ordena su levantamiento.
3. Según la declaración de la madre de Natalí, el cuerpo estaba boca abajo, con daños visibles del balazo en la frente y la parte posterior de la cabeza.
4. En el lugar no se encontró el arma, sólo un casquillo percutido y otros cartuchos; el Ministerio Público asentó que la tenía el marido y le dio oportunidad de regresarla sin llamarlo a declarar.
5. Los familiares descartan motivos para el suicidio; estaba feliz por ingresar a la maestría y tener su plaza de maestra, planeaba el regreso virtual a clases y hasta lo había publicado momentos antes de morir, narran.
6. El Ministerio Público asentó que el cuerpo de Natalí había sido identificado por su padre Hugo Bustillos, sin embargo, él jamás acudió a reconocerlo. Vio sus restos hasta el día del sepelio.
7. Se entregó el cuerpo a una funeraria en Madera el domingo 23 de agosto, sin existir el certificado de defunción correspondiente; éste se entregó a los familiares hasta el martes 25 de agosto.
8. Familiares y amigos reportan en el funeral señas visibles de golpes en el cuerpo de Natalí.
9. La familia de la maestra acusa un retraso excesivo de la Fiscalía para acudir al lugar de los hechos y la rapidez también excesiva en los trámites de liberación del cuerpo para que fuera sepultado.
10. Las pertenencias de la maestra como el celular y computadora no fueron asegurados por la autoridad para investigación; el MP de Madera presionó para cerrar el caso como suicidio.
Con información de: eldiariodejuarez.com