El episodio de neumonía de Clinton aumenta la preocupación Demócrata
Washington.- El episodio de neumonía de Hillary Clinton, que se mantuvo en secreto hasta que casi se desmayó el domingo, ha planteado un elemento de incertidumbre acerca de su salud en las semanas finales de la campaña presidencial y podría avivar el relato de su rival Donald Trump sobre la fortaleza de la candidata demócrata.
El equipo de Clinton, de 68 años de edad, tuvo que admitir el domingo que la candidata demócrata a la Casa Blanca había sido diagnosticada con neumonía el viernes tras quejarse de unas alergias y haberla visto tosiendo en los últimos días.
La revelación de la neumonía se hizo pública horas después de que su equipo de campaña dijese que había sufrido un golpe de calor para explicar por qué tuvo que abandonar precipitadamente con las piernas temblorosas la ceremonia por el decimoquinto aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
El donante y recaudador de fondos demócrata Bill Bartmann recibió posteriormente llamadas de media docena de demócratas preocupados por la imagen del episodio. Las personas que llamaron, dijo, decidieron esperar y ver cómo se desarrolla todo.
Para los demócratas, el incidente también trajo algunas preocupaciones familiares sobre la inclinación de Clinton al secretismo en el actual debate sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado durante su etapa como secretaria de Estado del presidente Barack Obama entre 2009 y 2013.
“Para empezar ahí está Donald Trump promoviendo teorías conspiratorias sobre su salud, así que cada vez que algo da un aire de credibilidad a esa conspiración, tiene que ser desacreditado de inmediato”, dijo el estratega demócrata Bud Jackson.
El asunto también pone presión para que tanto Clinton como Trump, el candidato republicano, tranquilicen a los votantes estadounidenses sobre su salud dados los rigores de la campaña presidencial, durante la cual la comida es a menudo poco saludable, se duerme poco y una apretada agenda y viajes constante generan estrés.
“La turbulencia a corto plazo tendrá más que ver con la gestión del tema que con el fondo, aunque estoy seguro de que ambos candidatos tendrán más presión para revelar su historial médico”, dijo David Axelrod, antiguo consejero del presidente Barack Obama.
A última hora del domingo, el equipo de campaña de Clinton canceló un viaje a California previsto para la mañana del lunes.
El problema de salud es el último golpe para Clinton en un momento en el que Trump ha recuperado la mayor parte de la ventaja que tenía la candidata demócrata en los sondeos nacionales de opinión y le vuelve más competitivo en muchos estados en los que probablemente se decidirán las elecciones del 8 de noviembre.
Las declaraciones en las que Clinton calificó a la mitad de los partidarios de Trump de “deplorables” racistas y homófobos el pasado viernes levantaron una tormenta de críticas y la obligaron a pedir disculpas.
Durante las primarias del Partido Republicano, Trump se burló de su rival Jeb Bush diciendo que era un candidato con “poca energía”. Los esfuerzos de Trump para plantear dudas sobre la fortaleza de Clinton son un reflejo de esa estrategia.