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CALIBRE POLÍTICO… COLUMNA
Posted On 22 Jun 2021
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ESCOLTAS. – En noviembre de 2016, apenas un mes después de arrancar su administración, Javier Corral ordenó a su funcionario estrella, el fiscal general César Peniche, que quitara los escoltas a los exfiscales Carlos Manuel Salas y Jorge González Nicolás, pero primero que nada al exgobernador César Duarte, y lo que son las cosas, hoy pide al Congreso del Estado que le aprueben guaruras a él, a Peniche y a Mesta por otros cuatro años, es decir, hasta el 2025, con cargo a las finanzas estatales, lo que no sucederá, según trascendió en voz de los propios diputados locales.
PRIMARIA. – De primaria los errores legales por los que se les cae toda la Operación Justicia para Chihuahua luego de que la Suprema Corte desechó 35 procedimientos contra el duartismo, cuatro de ellos directamente relacionados con el exgobernador César Duarte, quien le sigue ganando una si y otra también a Javier Corral, todo porque este último actuó durante cinco años con el puro hígado. No, más bien con el corazón y no con la razón, así como sus promesas de campaña incumplidas.
LIBRES I. – No es por defender a ninguno de los exfuncionarios caídos en desgracia en el quinquenio de Corral, pero varios de ellos, sino es que todos, deberían estar libres desde hace mucho, mucho tiempo, no por ser inocentes, más bien por la pésima y hasta ilegal integración de sus carpetas, con acusaciones basadas en leyes abrogadas y, peor aún, porque cuando los detuvieron, el delito que es el común denominador por el que están todos presos, es decir, el peculado, no estaba considerado como grave ni ameritaba prisión, de tal forma que todos pudieron haber llevado su proceso en libertad y/o bajo fianza.
LIBRES II. – Hay que decirlo con todas sus letras para desenmascarar el engaño: los duartistas encarcelados están a meses de obtener su libertad cuando cambie el gobierno estatal, pero no porque llegue Maru Campos al poder y, en automático, ella ordene su liberación, sino porque ya no habrá influencia de Javier Corral con los jueces a modo para mantenerlos dentro de una celda o atados a un brazalete electrónico por carpetas integradas sobre las rodillas o, como diría Lucha Castro, con acusaciones fabricadas. Es el ocaso del gobernador más inepto que haya tenido Chihuahua.
IMPUGNACIÓN. – Un poco tarde, pero todavía a tiempo, Miguel Jurado Prieto se animó a impugnar la elección a la Presidencia Municipal de Parral, pero no porque piense que hubo fraude o votos comprados o por la violencia desatada por los grupos de choque que inhibieron la participación, sino por la falta de funcionarios de casilla o porque los que estaban no pertenecían al seccional donde estaba instalada.
ELECCIÓN. – Nada es imposible, pero sí muy difícil que un argumento como ese tumbe una elección, ni tampoco obligue a un reconteo por una diferencia de 2 mil 700 votos, pero le da sabor al caldo y a nosotros material para escribir. Jurado Prieto dio oídos sordos a los abogados que le saben al tema y le recomendaron cómo hacerle, para terminar atendiendo la sugerencia de una tercero que, probablemente, lo deje en ridículo. Habrá que esperar los motivos oficiales, pero más o menos por ahí va el asunto.
DIVIDIDOS. – En el PRI no entienden que: llegaron divididos a la precampaña, se mantuvieron divididos durante la campaña y siguen divididos después de la campaña. Los que se fueron a apoyar otros proyectos, como el de Chava Calderón y el de César Peña, hoy regresan por sus fueros reclamando un partido vapuleado, con el pecho de frente como si la moral les asistiera, bajo el pobre argumento de que no fueron requeridos durante el proceso electoral.
CONVENIENCIA. – Son priistas de momentos y oportunidades, que pregonan el desgastado discurso de la unidad cuando les favorece, de otra forma no solo dejan de apoyar, que sería lo menos penoso, sino que operan en contra del propio partido al que aseguran pertenecer. Pero tan mal está Alejandro Domínguez como Omar Bazán, porque solo fomentan una mayor desunión y, de ahí para abajo, sus personeros en los municipios.
PARRAL. – En el caso de Parral, los primeros jaloneos por tumbar a Rafa Álvarez ya se dan entre dos grupos principalmente: el de Pedro Villalobos, auspiciado por Bazán y secundado en lo local por un dolido Efraín Moriel, al que sacaron a la brava de la Presidencia del Comité Municipal; y un frustrado Julio Hernández que no pudo relevar a su mamá en la regiduría, menos obtener la candidatura a síndico. Y por otro lado, el de Memo Ramírez Gutiérrez, cuya cara visible será ahora el diputado local electo, Edgar Piñón.
CACHAS. – Pedro no la tendrá fácil teniendo enfrente al “Cachas” Ramírez, quien presume haberle truncado todas sus aspiraciones y después de descontarle la candidatura a la alcaldía, también le arrebató la de la diputación local para otorgársela a uno de los suyos: Piñón; y finalmente no ofrecerle ni la Sindicatura. Con todo esto, menos permitirá que Villalobos se quede con el partido.
AVENTURA. – Y es que la empresa de Pedro por la Presidencia Municipal dentro de tres años comienza de nuevo, pero el primer paso debe ser controlar al Revolucionario Institucional en lo local y, si se le hace, también a nivel estatal. Entonces, la aventura se antoja complicada porque, aunque parezca temprano, Edgar se convierte en automático en tirador a la alcaldía de Parral, con independencia de sus aspiraciones en este momento. ¡Hagan sus apuestas!
DESCARO. – La que se adelantó en la sucesión por la dirigencia estatal del PRI fue Graciela Ortiz, quien propuso una asamblea estatal con la militancia para definir el rumbo del partido con palabras bonitas pidiendo que se dejen intereses personales de lado y olvidarse de aspiraciones a corto plazo. Debió haber comenzado predicando con el ejemplo para tener el respaldo moral de hacer tal petición. Falta ver cuanta concordancia hay en sus palabras una vez que se sepa quienes van en la lista de invitados a su Asamblea, o si la reducirá al puñado de aplaudidores que siguen manteniendo a Chela en un pedestal.
PAN. – El único partido que no creció en estas elecciones fue Acción Nacional, ya que prácticamente Humberto Olivas sacó los mismos 5 mil votos que González Luna en 2018; a diferencia del PRI que recuperó más de 3 mil voluntades -aunque no le alcanzaron- en comparación con la estrepitosa caída a la que lo llevó José Luis Martínez con menos de 8 mil votos; o los 7 mil que le dio Chava Calderón a Encuentro Solidario, aunque no sirvieron de nada, pues el partido morado perderá su registro a nivel nacional.
RENOVACIÓN. – Los panistas urgen una renovación en el Comité Directivo Municipal y confían en que, con la llegada de Maru Campos al gobierno estatal, ponga orden y llegue alguien que no tenga conflictos personales con la militancia, porque diferencias hay hasta en las mejores familias, pero en un instituto político, cuando se llevan al plano al que llegaron con Tere Arteaga, todo se complica aún más. Aunque, bueno, lo más probable es que los Gutiérrez conserven el control, lo cual tampoco es un avance.
CABALLO. – Algo pasó en Seguridad Pública después del 6 de junio, porque los oficiales que andaban a pie, hoy andan a caballo… bueno, en patrulla; y los que andaban en vehículos, fueron bajados de estos para mandarlos a los cruceros o, en el mejor de los casos, en bicicletas. Siempre hay rotación de funciones y sectores, pero estos no fueron movimientos de rutina, sino más bien obedeciendo a cuestiones meramente políticas. Así funcionan las cosas.
Aceptamos sus comentarios, felicitaciones, quejas, sugerencias y aportaciones que afortunadamente son muy nutridas en el correo electrónico: codigo13parral@gmail.com no dude que sus mensajes fortalecen este espacio de crítica pública y objetiva.