Más de la mitad de los ataques a periodistas en México fueron ordenados por funcionarios del Estado
Los redactores que trabajan en las zonas más peligrosas del país suelen decir que se convirtieron en “corresponsales de guerra” cuando la “guerra los alcanzó”
La ONG Artículo 19 critica a la Fiscalía creada para perseguir las agresiones a la prensa por no conseguir ni una condena desde su creación en 2007.
Los redactores que trabajan en las zonas más peligrosas del país suelen decir que se convirtieron en “corresponsales de guerra” cuando la “guerra los alcanzó”.
Tras el asesinato de tres periodistas el mes pasado, Miroslava, Cecilio, Ricardo, en tres puntos distintos del país- Guerrero, Veracruz y Chihuahua- se extiende la idea de que marzo ha sido un mes fatídico para la prensa en México.
El amplio informe presentado este jueves por Artículo 19 confirma que se trata solo del punto más alto de una tendencia que no deja de crecer desde hace años; un mes malo, en un año fatídico, en el marco de una década trágica, que cuenta sus muertos por decenas.
A lo largo de 224 páginas sobre la -mala- salud de la prensa en México, la organización no gubernamental inglesa, fundada hace 30 años para la defensa de la libertad de expresión, documentó en un informe que se presentó el jueves que el año pasado 11 informadores fueron asesinados, hubo 426 agresiones contra la prensa y todavía hay 23 periodistas desaparecidos.
Plata, plomo y software
El informe titulado ‘Libertades en resistencia’ registró una a una estas agresiones y llegó a la conclusión que de las 426 palizas, anónimos, advertencias o asesinatos, más de la mitad, 257, fueron cometidas por funcionarios públicos o partidos políticos y 17 por el crimen organizado. De ellas el 40% fueron cometidas por autoridades estatales, el 35% municipales y el 25% federales, señala el documento.
La novedad del informe radica en capítulos como Plata o plomo en el que no solo se documentan las agresiones físicas sino que se adentra en los nexos entre los poderes públicos y el silencio. En el apartado plomo se incluyen los asesinatos y los cientos de agresiones y en el de la plata, la creación de periódicos al servicio de los poderes públicos.
Catalina Botero, exrelatora para la Libertad de prensa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recordó que en algunos estados hay 74 periódicos frente a los cinco o seis que se publican diariamente en un país como Colombia. “En muchos casos la prensa es solo un negocio que se sostiene con publicidad institucional, muy útil en las zonas donde no hay acceso a Internet y las radios y periódicos son la única forma de información”, denunció.
En otros casos, los intentos por silenciar a la prensa tienen que ver con el espionaje y los programas informáticos detectados, capaces de insertarse en el teléfono de un redactor, como el acoso sufrido por el periodista Rafael Cabrera, que reveló el escándalo de la Casa Blanca, la vivienda del presidente, Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, construida por un empresario beneficiado por múltiples contratos, y en otras vías de publicidad.
“En este México nuestro, donde el periodismo ha llegado más lejos en la investigación y denuncia de casos de corrupción que los responsables de investigarlos, no nos podemos dar el lujo de estar desinformados”, lamentó Ana Cristina Ruelas, directora de Artículo 19 para México y Centroamérica.
Con información de: elpais.com