CALIBRE POLÍTICO… COLUMNA

DEBACLE. – Cuando Alejandro Moreno Cárdenas asumió la dirigencia del PRI en el año 2019, el partido gobernaba 12 estados, de las cuales ha perdido 10 en solo cuatro años como dirigente nacional: la de Durango, ganada el año pasado, y Coahuila, con el triunfo de Manolo Jiménez este domingo 4 de junio, y perdió la que llaman la joya de la corona que retuvo el tricolor durante un siglo: el Estado de México. Es la mayor debacle que ha sufrido el tricolor en 94 años de vida. A ese partido ya no se le mueve una patita, cuando mucho, el dedo gordo del pie.

CHIHUAHUA. – En Chihuahua, lo peor que le pudo haber pasado al Revolucionario Institucional se llama Graciela Ortiz González, quien ostenta el nada honroso récord de haber perdido el noveno distrito electoral, amen de no tener registro de alguna elección ganada, ni propia ni como operadora. Lo malo es que no se ve por dónde deje de causarle daño al partido, a través de su patiño, Alejandro Domínguez, quienes pregonan unidad e inclusión, pero practican todo lo contrario: división y exclusión. Tal vez por eso pueda entenderse que el PAN busca retener más a Movimiento Ciudadano rumbo al 2024, que al tristemente célebre PRI.

MENTIRA. – En los casi cinco años que tiene calentando una curul en el Congreso de la Unión, la diputada Ángeles Gutiérrez Valdez jamás había mentido tan descaradamente como hace un par de días, cuando presumió haberse reunido con el nuevo titular de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, Delegación Chihuahua, Sergio Ambrosio González Rojo, asegurando que es cuestión de días – no especificó cuantos – para que inicien trabajos de mantenimiento en la tan dañada vía corta a Chihuahua, e incluso, en la carretera a Guadalupe y Calvo. La mentira no es si le van a meter mano o no a esos tramos, sino que la legisladora no fue recibida por el funcionario, al menos no para atender la gestión, sino solo para la foto que sirvió de ilustración para un boletín mal hecho.

OTTO. – En otros temas, el que se aventuró a hacer campaña en solitario, sin acompañantes, al menos no visibles, es Otto Valles, quien se está metiendo literalmente hasta la cocina de las presidentas seccionales que le regaló Pedro Villalobos, pero sin invitarlo ni incluirlo. La estrategia del aspirante moreno a la Presidencia Municipal de Parral ha sido bien recibida, no solo en redes sociales, sino en el boca a boca, pues, aunque no descubre el hilo negro, sí pega en la sensibilidad al verlo compartir el pan y la sal en las casas de las personas a las que visita, en lugar de llevarles la clásica despensa invitarlos él a la suya. Basta recordar que Morena lidera las preferencias para la alcaldía en las tempranas encuestas con un 40% de las intenciones de voto “si hoy fueran las elecciones”, contra el empate a 15 por ciento de MC, PRI y PAN que apenas juntos podrían empatársele.

DALILA. – Otra que le dio al clavo fue Dalila Villalobos, quien se puso los tenis y salió a aplicar la triple S, es decir, gastar suela, sudor y saliva visitando colonias que sufren los descuidos de los servicios básicos como la falta de agua o la intermitencia de la misma; la deficiente recolección de basura, las fallas en el alumbrado público y otros asuntos que nunca están al cien por ciento en ninguna administración y que, si son bien canalizados, generan buenos dividendos cuando se es oposición. Ahora la regidora lleva de primera mano y de voz de la ciudadanía las quejas reales a Cabildo, así que ni modo que le digan que son inventos de los medios de comunicación o campaña mediática con intereses políticos.

ESTADIO. – Gobierno del Estado reporta un avance de más de la mitad en la remodelación del terreno de juego del Gran Estadio Parral, al que le aplicarán, entre otras mejoras, pasto sintético que, aseguran, durará por lo bajito, 10 años y estará listo en dos o tres semanas más, apenas para lo más emocionante del Campeonato Estatal de Béisbol. Y si usted se pregunta por qué en plena temporada se pusieron a meterle mano al coloso y no antes o incluso después, la respuesta es demasiado sencilla: para que se vea y se sienta que hace falta, pues en la campaña por la Senaduría de Mario Vázquez, actual secretario de Obras Públicas, obras que no se ven, electores que no se acuerdan. Es como cuando se bachean o recarpetean las avenidas principales y no las calles de las colonias. Los políticos le tiran a la corta memoria de los ciudadanos y sigue funcionando.