Las buenas y malas noticias del “súperpeso”
El peso mexicano ocupa el segundo lugar del ranking de divisas emergentes que más han avanzado frente al dólar a lo largo del presente año, acumulando una apreciación de 13.69 por ciento. Esto casi siempre se percibe como algo que tiene efectos favorables para la economía; sin embargo, puede no ser favorable para todos.
Por ejemplo, si revisamos el caso de las remesas, las personas que las reciben pierden parte del poder adquisitivo al hacer la conversión de dólares a pesos. De acuerdo con un estudio de Banco Base, en mayo las remesas totalizaron 5 mil 693.09 millones de dólares, un máximo histórico.
Ahora, el informe detalla que considerando un tipo de cambio promedio de 17.7373 unidades por billete verde, y considerando la inflación observada a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), las remesas reales medidas en pesos reflejan una caída para el quinto mes del año de 7.36 por ciento.
De igual manera, los efectos adversos de un peso fortalecido se han reflejado desde la primera ronda de reportes trimestrales, en los que varias de las empresas que se encuentran cotizando dentro de la bolsa Mexicana de Valores detallaron un menor porcentaje en sus ingresos ante los efectos del tipo de cambio.
Otro rubro que se ve afectado es el de los exportadores, pues como hemos observado, el tipo de cambio que va a la baja ante un dólar que se está depreciando, de tal manera que al hacer la conversión van a recibir menos dólares por este efecto cambiario y reduce la competitividad de nuestros productos en el mercado internacional.
En contraste, para los importadores resultará más barato traer cosas del extranjero, lo ayuda a que incremente la cantidad que se trae fuera del país. Asimismo, en un entorno inflacionario, que la moneda mexicana se siga apreciando son buenas noticias para la inflación, ya que ayuda a que siga descendiendo ante un menor precio de las importaciones.
En otro tema, una fortaleza en la divisa local incentiva el turismo, ya que a los mexicanos nos sale más barato viajar hacia otros países.
Es importante destacar que la moneda mexicana es un activo más dentro del mercado financiero y su precio se determina de la misma forma que el resto, a través de oferta y demanda, adicionalmente, esta también es una de las variables más sensibles ante cambios tanto internos como externos.
Con información de El Financiero