Exdiputada denuncia incompetencia de la Fiscalía de Chihuahua para investigar el asesinato de su madre
La exdiputada Lila Águila Gil denunció la incompetencia de la Fiscalía General del estado (FGE) para investigar el secuestro y posterior asesinato de su madre, Matilde Gil Herrera.
Señaló que la Unidad Antisecuestros detuvo al autor intelectual y lo dejó escapar, pero lo más grave es que los agentes estatales revictimizaron a Matilde Gil porque, dijo, reprodujeron la versión del presunto agresor y descartaron que se tratara de un secuestro, aún cuando se exigió recompensa.
La exlegisladora emitió una carta para dar a conocer los detalles del caso de su madre, quien el pasado lunes 24 apareció muerta en la comunidad La Mesa del municipio de Coyame, luego de casi 20 días de su desaparición.
Aquí la misiva:
El día que mataron a nuestra madre
Cuando llegué a la Ciudad de México nunca pensé que tendría que volver con un vestido negro en la maleta y con el alma, si es que existe, destrozada para el funeral de mi madre.
Llegué el miércoles 19 de abril, cansada y dolida por la revictimización, la falta de capacidad y la estupidez de la Unidad Antisecuestros de Chihuahua (UECS). Vine con la esperanza de lograr atraer el caso de secuestro de mi madre a la PGR.
Llegué a tocar las puertas de viejos conocidos y amigos para buscar encaminar adecuadamente la investigación; de lo que el estado se negaba a aceptar, que se trataba de un SECUESTRO. Mi mamá llevaba ya 15 días desaparecida y la UECS nunca investigó su posible secuestro.
Incluso después de haber tenido en sus manos al sospechoso, al autor intelectual de quien cometió el ilícito, lo dejaron en libertad, ¡en dos ocasiones!
Mi jefa, como me gustaba llamarle, era una mujer de carácter fuerte, “una cabrona”, diría ella a mucha honra, con una increíble capacidad para amar y tratar de hacer el bien.
Toda su vida había estado en lucha social. Dedicó toda su juventud y su vida adulta a la Escuela Secundaria y Preparatoria por cooperación “Genaro Vásquez Rojas”, donde todos mis hermanos y yo estudiamos. Fue esta confianza y esta terrible tendencia de querer salvar a todo el mundo, lo que la llevó a la muerte.
El día jueves este monstruo enfermo y traicionero, se presentó sin remordimiento a declarar a la Fiscalía de Chihuahua. Dijo, en esa primera declaración que no había visto a mi madre, que no sabía nada de ella. Más aún, esa mañana, la familia, en la confianza que le teníamos, pedimos su ayuda para encontrar imágenes en cámaras de la escuela donde él trabajaba con mi mamá, para ver algún movimiento sospechoso.
El monstruo enfermo y traicionero utilizó esta confianza para elaborar su coartada. “La maestra”, como todos la llamaban, decía él, “se había ido por su propio pie”. Más de 6 declaraciones distintas dio este individuo a la Fiscalía de César Peniche en Chihuahua, todas contradictorias, todas mentirosas.
El día viernes 7 de abril hubo una llamada de rescate y luego una de cobro. El delito era ya un SECUESTRO, sin embargo la UECS, la ᘸscalía y el Gobierno del Estado, lo han negado hasta el último momento. Ese mismo día, la UECS decidió dejar ir al monstruo traicionero, al asesino, alegando que lo seguirían por su telefonía; mentira! nunca le entregaron su teléfono! Nunca lo siguieron! “Se nos peló”, reconoció el director de UECS frente a mi familia.
“Su mamá se fue por su propio pie, dejen de buscarla y de hacer pedo”, dijo el comandante antisecuestros de Chihuahua a una de mis hermanas.
Hasta se atrevió a decírselo a la familia completa el domingo 9 de abril en la sala de mi casa! Cuando le preguntamos su fuente, él citó la declaración del monstruo enfermo traicionero y bipolar, el mentiroso que la mandó matar.
Desde entonces todo fue revictimización. Sin fundamento alguno, para cubrir su propia incapacidad, la UECS insistía en que mi madre se había ido por su propio pie, por problemas personales, sin precisar nada en concreto; tal como lo declaraba, nada más y nada menos que el que la mató.
NUNCA, NUNCA investigaron al sospechoso, ¡JAMÁS! Desestimaron videos, pruebas, llamadas, no investigaron en ese momento telefonía, vínculos, nada, básicamente estaban centrados en probar su teoría preconcebida. Y como no encontraron nada, optaron por el rumor, las filtraciones, los trascendidos, como si mi familia no fuésemos personas, no fuésemos víctimas, como si no sufriéramos la pérdida. Hurgaron en nuestras vidas y como no encontraron nada, su última opción, la “señora tenía que ser débil por su condición de mujer”, porque, claro, eso vendía a los medios amarillistas y los exoneraba.
¿Por qué todas las mujeres que desaparecen tienen que ser revictimizadas por su condición de mujer? Como lo vi, lo leí y lo aprendí cuando traté con víctimas de desaparecidas. Como lo viví hoy con mi madre. Siempre es más fácil desacreditar a la mujer victimizada.
Le digo a la Unidad Antisecuestros de Chihuahua y a quien quiera hacerlo de nuevo: ¡NO vamos a permitir que manchen el nombre de mi madre para cubrir su incompetencia! Incompetencia que está y estará debidamente documentada.
El gobernador del Estado que argumentaba originalmente que no era un secuestro por “sabrá Dios qué”, conoció a su comandante antisecuestros el día martes 18 por insistencia nuestra sobre la falta de avance en la investigación. Ya no era un problemita, ya no podían darnos vueltas legales, ya no podían argumentar argucias legaloides y mentirosas.
¡O el gobierno tomaba el caso con seriedad y reconocía el secuestro o quedaría en evidencia sus ineficiencias y su estrategia por desacreditar a mi madre.
Con información de: proceso.com