Tarjetazos de Estado caen a nivel más bajo
Chihuahua.- En el periodo de 2017 a 2020, de acuerdo con el reporte oficial de la Secretaría de Hacienda, el pasivo creció hasta un 89 por ciento, lo que trajo recurrentes crisis de liquidez del Ejecutivo durante el quinquenio anterior
El pasivo circulante del Gobierno del Estado de Chihuahua, compuesto principalmente de deuda a proveedores y créditos de corto plazo o “tarjetazos” de crédito, cayó a su nivel más bajo en siete años, al situarse en seis mil 198 millones de pesos, una reducción del 51 por ciento en relación al pico más alto que alcanzó en 2020.
En el periodo de 2017 a 2020, de acuerdo con el reporte oficial de la Secretaría de Hacienda, el pasivo creció hasta un 89 por ciento, lo que trajo recurrentes crisis de liquidez del Ejecutivo durante el quinquenio anterior, que llegó a elevarlo hasta 12 mil 661 millones de pesos.
El Paquete Económico 2024, elaborado por el Ejecutivo y enviado al Congreso del Estado para su aprobación, muestra el análisis del comportamiento de la deuda global que enfrenta la entidad, la cual ha mostrado una reducción general conforme a la meta de mantenerla en niveles manejables hacia 2027.
“En la estrategia de finanzas públicas que trazamos desde un inicio, el objetivo no solo era la reducción del pasivo, sino que esto tendría que ir acompañado en todo momento de un fortalecimiento de los ingresos del Estado”, señala el paquete signado por la gobernadora Maru Campos y el secretario de Hacienda, José de Jesús Granillo.
“Lo anterior para que la deuda no solo se redujera en monto, sino que representará, cada vez, una menor proporción de nuestros ingresos, lo que la haría más manejable y pagable en largo plazo. En relación con este objetivo el avance es muy notorio”.
En cuanto a la deuda global que enfrenta la entidad, el documento muestra que en 2020 ésta representaba el 63 por ciento de los ingresos totales anuales, mientras que para 2023 el indicador se redujo a sólo el 39.8 por ciento.
PASIVO CIRCULANTE, EL MÁS PREOCUPANTE
Dentro del pasivo que afectaba al Gobierno del Estado, el más preocupante era el pasivo circulante, de acuerdo con la exposición del paquete de ingresos y gastos contemplados para el año 2024.
“El pasivo circulante incluye los adeudos con proveedores y contratistas, la deuda de corto plazo, adelantos de participaciones, etc. El exceso de pasivo circulante ponía en riesgo la solvencia del Gobierno del Estado. En el periodo 2017-2020 este tipo de pasivo creció en un 89 por ciento”, afirma.
“Uno de los puntos más relevante en el proceso de fortalecimiento de las finanzas públicas del Estado era el disminuir el pasivo circulante. Gracias al fortalecimiento de los ingresos, a control del gasto, y a un ordenado ejercicio del presupuesto hemos podido reducirlo significativamente”.
Al tercer trimestre de 2023, el pasivo circulante representaba un 6.2 por ciento de los ingresos totales del estado, la cifra más baja en términos relativos y absolutos, de acuerdo al registro histórico en la contabilidad que lleva la tesorería estatal.
Dicho pasivo, que es comparable con el uso excesivo de una tarjeta de crédito en algunos de sus rubros, era de seis mil 690 millones de pesos en el año 2017, lo que representaba un 11.5 por ciento de los ingresos totales de dicho periodo.
Para el año 2018, esos compromisos exigibles en el corto plazo se elevaron a nueve mil 138 millones de pesos, un 13.6 por ciento de los ingresos totales; para 2019 el indicador creció hasta los 10 mil 194 millones de pesos, un 14.4 por ciento de la captación de recursos que tiene el Gobierno del Estado, tanto por impuestos y derechos locales como por participaciones y aportaciones federales.
El año 2020 fue el más crítico en los tarjetazos estatales, pues se acumularon 12 mil 661 millones de pesos de deuda de corto plazo, tanto con bancos como con proveedores y en otros renglones menores, para alcanzar el equivalente al 17.3 por ciento de los ingresos, la cifra más alta en el comparativo hecho público.
Para 2021, el pasivo circulante comenzó a disminuir hasta situarse en un 12.2 por ciento respecto de los ingresos previstos por el Estado, para alcanzar nueve mil 123 millones de pesos, es decir, a niveles del año 2018.
En 2022 la tendencia a la baja continuó hasta colocarse en ocho mil 189 millones de pesos, un 9.5 por ciento de la captación total; y para este 2023, al tercer trimestre del año, consolidaba la reducción al contabilizar seis mil 198 millones de pesos. El decremento en el pasivo, conjugado con un alza en los ingresos, llegó a ubicar el primer indicador en un 6.2 por ciento en relación con la captación de recursos de este año.
RESTRINGE MARU EL USO DE LA TARJETA
“Mantener el pasivo circulante en niveles bajos ha sido posible, entre diversas acciones, debido a que se ha tenido una disciplina en el uso de los créditos de corto plazo contratados”, de acuerdo con el documento enviado al Legislativo.
“Mientras que el periodo 2019-2021 se contrataron, en promedio 4 mil 333 millones por año, esa cantidad la dismunuimos a casi la mitad en 2022 y en este año, hasta este momento (tercer trimestre), solo se han contratado mil 100 millones de pesos”.
Estos créditos o tarjetazos contratados con los bancos, deben cubrirse en el lapso de un año y no pueden ser contratados con un plazo menor al mismo en el último periodo de una administración pública, de acuerdo con las normas vigentes para la disciplina financiera de las entidades federativas y municipios.
De acuerdo con los registros oficiales estatales, los créditos de corto plazo en 2017 fueron de mil 800 millones de pesos; para el periodo siguiente, se elevaron a dos mil millones de pesos, en niveles considerados manejables para tener liquidez ante los compromisos estatales inmediatos, sin comprometer la liquidez del siguiente año.
Pero en 2018, los créditos de corto plazo contratados fueron por dos mil 770 millones de pesos; en 2020 alcanzaron los cuatro mil 800 millones de pesos y en 2021 tuvieron un decremento hasta cuatro mil 050 millones de pesos, entre el cambio de la administración del exgobernador Javier Corral y la gobernadora Maru Campos.
En 2022, ante necesidades de liquidez estatales, la administración recurrió a “cortos” por cuatro mil 150 millones de pesos, pero en lo que va del año actual lo redujo hasta mil 100 millones de pesos.
El Presupuesto de Egresos aprobado para el ejercicio 2024 es de 100 mil 546 millones de pesos, lo que representa un crecimiento del nueve por ciento con relación a la propuesta el año pasado; en términos reales, al descontar el índice inflacionario, significa un crecimiento del 4.5 por ciento con respecto al año 2022.
Con información de: eldiariodechihuahua.com