Dos veces envió Mayo su ejército a la sierra
Al menos en dos ocasiones, en junio de 2019 y en julio de 2021, Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa recién detenido en Estados Unidos, mandó directamente a “su ejército” de sicarios a poblaciones de Chihuahua entre Guachochi, Bocoyna y Urique, ante intentos de sus rivales de apoderarse de esos territorios.
Según reportes de batallones militares desplegados en la Sierra Tarahumara, en la primera ocasión tuvieron conocimiento de un contingente con “alrededor de 150 hombres armados” cerca de Creel y en la segunda “más de 100 sicarios y unas 40 camionetas” por brechas de Urique.
La información recabada asentaba que habían sido enviados como refuerzos por “El señor del sombrero” o “El jefe MZ”, como le conocían en la región al fundador, junto con Joaquín “El Chapo” Guzmán, del también llamado Cártel del Pacífico o la “Federación”.
En ese entonces, dominaban la región José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, cabeza de Gente Nueva asesinado en marzo de 2023, casi un año después de que diera muerte a dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui; y Eddy Zafiro Ibarra, alias “El Zafiro”, todavía vigente líder del grupo criminal.
Los reportes del personal militar que atendían en aquel entonces la región serrana no establecen detenciones ni aseguramientos ligados a las incursiones de estos hombres armados que presumiblemente habían sido movilizados por brechas y carreteras desde otros estados.
En el primer caso, de 2019, la población había hecho denuncias de convoyes con decenas de vehículos en San Juanito, Arareco y Bocoyna, de forma previa a enfrentamientos con otros grupos armados o con corporaciones de seguridad.
De acuerdo con algunas versiones extraoficiales, dicha movilización de grupos de Gente Nueva, obedecía a supuestos intentos del Cártel de Juárez o de La Línea, por tomar control de territorios serranos desde entonces en manos de sus rivales.
Previo a ese reporte de un ingreso masivo de hombres armados, el siete de abril de 2019, un comando atacó en San Juanito, Bocoyna, a dos patrullas de la Policía Estatal, a cargo entonces de la Comisión Estatal de Seguridad, dependiente a su vez de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.
En ese ataque fue asesinado un comandante de la corporación y fallecieron otros dos presuntos sicarios, además de que horas después fue encontrado el cadáver de otro hombre, que habría sido atacado también por el mismo grupo que victimó al policía estatal.
Posteriormente, el 30 de abril, elementos del Ejército fueron atacados en una gasolinera de San Juanito, en la salida a Creel, dentro de Bocoyna, lo que resultó en una refriega que dejó a varios de los atacantes heridos y uno muerto, mientras que por parte de los militares fueron reportados tres lesionados.
Esos ataques habrían sido muestras del intento del Cártel de Juárez de penetrar en la región donde está identificado como cabecilla “El Zafiro”, líder de Gente Nueva a cargo de varios negocios ilícitos, incluido el trasiego y venta de drogas, de alcohol y hasta de la tala clandestina, entre otros.
Ante los embates para debilitar al grupo, la respuesta de la gente de “El Mayo”, habría llegado en junio de ese mismo año, con refuerzos para la llamada Gente Nueva.
La segunda incursión del ‘ejército’ de ‘El Mayo’
En el año 2021, una nueva incursión masiva, que de acuerdo con las mismas versiones estaba instruido directamente por Zambada, habría incluido poblaciones en Bocoyna como Sisoguichi y Creel, así como puntos más adentro de la región serrana como San Rafael y Bahuichivo, en el municipio de Urique.
De ese año 2021 sólo existen reportes públicos de balaceras denunciadas por la población en Sisoguichi durante los meses de enero y marzo, pero sin que hubiera información oficial de los resultados de horas de enfrentamientos en zonas apartadas.
Asimismo, hay denuncias de pobladores recabadas por personal militar, de grandes convoyes en brechas del municipio de Urique, que comunican con poblaciones del estado de Sinaloa.
En ese municipio, la cabeza criminal de la Gente Nueva era José Noriel Portillo, “El Chueco”, quien era apoyado desde mandos superiores del Cártel de Sinaloa hasta el año 2022, cuando cobró notoriedad internacional tras matar a los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, en el templo de la misión de Cerocahui.
El grupo de “El Chueco” habría recibido respaldo del “ejército” de “El Mayo” también ante posibles intentos de los rivales para debilitarlo, después de que en 2018 el mismo líder criminal generó una crisis internacional, al desaparecer y dar muerte a un turista norteamericano, Patrick Braxton, al que confundió con un agente de la DEA.
Entre octubre y noviembre de 2018, “El Chueco” había cobrado también notoriedad por el ataque al norteamericano, pero calmó la situación “entregando” el cadáver después de 20 días de haberlo asesinado y desaparecido. Pese a ello, continuó con el apoyo del cártel, a pesar de que otros liderazgos regionales de la misma Gente Nueva descalificaban la forma de conducirse.
La llegada de refuerzos en julio de 2021 nunca fue clarificada, pero incluso hubo videos en redes sociales donde los sicarios enviados por Zambada presumían sus armas y vehículos en diferentes sitios de la región serrana, donde, de acuerdo con esos reportes militares, se sentía más cómodo el líder criminal y le interesaba más controlar que las grandes zonas urbanas.
A “El Chueco”, los líderes regionales y superiores, presumiblemente incluido Zambada, le retiraron todo apoyo después de junio de 2022, cuando el asesinato de los sacerdotes desató una cacería en su contra por parte de todas las corporaciones de seguridad, incluido el Ejército y la Marina.
El 18 de marzo de 2023, en Choix, Sinaloa, a seis horas de Cerocahui por brechas de terracería, fue encontrado el cadáver de “El Chueco”, en parte del extenso territorio serrano controlado por diferentes grupos de Gente Nueva.