Sobreexplotación se ‘traga’ agua de las lluvias
Víctor Ortiz, presidente de la Fundación para la Protección del Río Conchos A.C., informó que el panorama actual de la captación de lluvias en Chihuahua resulta afectado por la sobreexplotación y sobreconcesión de acuíferos en zonas agrícolas del estado.
El experto señaló que actualmente hay un descontrol y ‘leyes sin dientes’ que no permiten regular este problema, por lo cual, de no legislarse en la materia, continuará perjudicando al abastecimiento de agua en Chihuahua.
Aunque es un tema complejo y multifactorial, para el titular de la asociación este es un aspecto que debería abordarse primordialmente, aunado a la situación de cambio climático que afecta al ciclo pluvial y que en este año también representa precipitaciones irregulares.
Ortiz, quien se especializa en el Río Conchos – el principal caudal alimentador en la entidad-, señaló que es necesario mantener en buenos niveles los mantos subterráneos para que el agua se concentre en las superficies, como ríos y presas.
“En la cuenca hidrográfica del Río Conchos tenemos tres distritos de riego que son: 113 con cabecera en Jiménez, el 05 en Delicias y el 090 con cabecera en Ojinaga; hay otro distrito por ahí en San Francisco de Conchos de las labores viejas. Esos 3 o 4 distritos tienen una sobreconcesión de pozos y sobreexplotación de acuíferos. (…) Esta es la más peligrosa, ahí es donde estamos atorados por mucho. Los pozos son perforados clandestinamente y se están agotando los mantos por esa razón”, expresó.
Esto se refleja, por ejemplo, en la Sierra Tarahumara, donde las precipitaciones recientes han dejado un acumulado de mil 550 milímetros (mm) que representa un incremento del 176 por ciento con respecto al año anterior, en el que se registraron lluvias de 876 mm; sin embargo, esto no ha tenido un impacto positivo en el almacenamiento del agua, ya que se sigue perdiendo por la sobrexplotación subterránea.
A esto se añade el robo de agua, mejor conocido como ‘aguachicoleo’, cuya práctica se está multiplicando por personas que no cuentan con ningún permiso de explotación ni aprovechamiento de agua.
“Se trata de un robo hormiga, digamos que de labores chicas, de cuatro o cinco hectáreas o de cualquier superficie, pero que bombean agua. Ahora, con una bomba chica que compras en cualquier centro comercial por 4 mil pesos, puedes sacar agua para un chilar, para un huerto de pequeñas dimensiones, para darle de comer agua a tus chivas y borregos”, explicó Ortiz.
“Entonces todo eso se está multiplicando por mucho, cada vez más, lo vemos en los municipios cercanos a la carretera 45 Panamericana, en municipios como Delicias, Rosales, Meoqui, Julimes, La Cruz, Camargo. Mucha gente está haciendo cada vez más aprovechamiento irregular de esa agua”, precisó.
Ortiz ejemplificó con el caso del Ojo de Talamantes, que antes sacaba 650 litros por segundo y ahora no obtiene la mitad de esta cifra debido a la sobrexplotación en las zonas más arriba del estado.
Consideró que esta situación está acabando con el sistema hídrico. Ante dicha situación, enfatizó que las legislaciones en materia de agua siguen siendo leyes débiles. Recordó que desde el sexenio de Reyes Baeza han presentado iniciativas para la Ley de Agua y fue hasta el sexenio de Duarte cuando aprobaron una, pero ha resultado insuficiente.
“Tenemos una Ley del Agua en Chihuahua incompleta, que le faltan dientes, manos y pies, que en realidad no sirve de mucho porque no atiende las necesidades agrícolas, que es donde se utiliza más el agua del Conchos, más del 70 u 80 por ciento. Es urgente legislar. Tenemos una ley en el Congreso de la Unión y tampoco nunca salió”, condenó.
Actualmente y en un contexto en el que el estado presenta un grado de sequía que supera el 90 por ciento de la superficie de la entidad, ni siquiera las lluvias han tenido un impacto positivo en la captación de agua superficial que en las presas es almacenada y actualmente usada en ciclos de riego. Esto también se relaciona con sobrexplotación y que no permite recuperar el agua superficial, sino más bien subterránea y no a un nivel óptimo.
“Las lluvias han sido irregulares, todavía son insuficientes y no cumplen con las expectativas de los años más regulares. (…) Esa irregularidad no ayuda a superar la situación de la sequía extrema en la que estamos. Por muchas lluvias que tuviéramos, así tendrían que pasar 3 o 4 años consecutivos o más para decir que hemos superado la sequía”, consideró el experto en materia hídrica.
Con información de: eldiariodechihuahua.com