1 de noviembre, día de Todos los Santos: Se honra almas de los niños
El Día de Muertos es una de las celebraciones más importantes de México y que tiene alto nivel reconocimiento a nivel internacional debido a la cultura y tradiciones plasmadas en ella.
Esta fiesta considerada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad se divide en dos partes, el 1 de noviembre corresponde al Día de Todos los Santos, fecha en la que vienen las almas de los menores de edad, y el 2 es Día de los Fieles Difuntos, dedicado a los adultos.
La celebración del Día de Todos los Santos se remonta al siglo XI, cuando el abad de Cluny promovió este día para recordar a Los Maccabeos, dicha fecha fue aceptada por la iglesia romana.
El Día de Todos los Santos se origina del cristianismo y en México tiene una fuerte relación con las tradiciones prehispánicas, donde se honra y recuerda a los familiares que han fallecido. A nivel litúrgico, esta festividad de índole católico conmemora a todos los santos, ya sean canonizados o no.
Si nos remontamos a la antigua Roma, archivos rescatan que el emperador cedió el Panteón a un templo que originalmente estaba destinado a todos los dioses de la Iglesia Católica; este templo se consagró para honrar a Santa María y a los mártires, lo que ocasionó una sucesión del paganismo al cristianismo.
Las iglesias y conventos exhibían las reliquias y tesoros para que los creyentes les realizaran oraciones y evitar su entrada al infierno. En algunos hogares se colocaba “la mesa del santo”, la cual se adornaba con flores y dulces. Esto con el objetivo de santificar las casas y purificar el ambiente del lugar.
El Día de Muertos en México se celebra anualmente los días 1 y 2 de noviembre, sin embargo, la tradición en algunas familias comienza desde el 28 de octubre, ya que de acuerdo a cada creencia se honra la memoria de animales, bebés, niños, enfermos, personas que fallecieron en un accidente y mucho más, pero cada uno tiene un día y hora determinada.