Habitantes de Gpe. y Calvo huyen a Sinaloa por enfrentamientos armados
La violencia desmedida en Guadalupe y Calvo ha forzado a decenas de familias a abandonar sus hogares y buscar refugio en el vecino estado de Sinaloa.
Los constantes enfrentamientos entre grupos criminales mantiene un clima de terror, obligando a los habitantes a huir ante el inminente riesgo de perder la vida.
La crisis de seguridad en la región serrana ha escalado a tal punto que comunidades enteras han quedado prácticamente vacías.
“Nos fuimos porque tenemos miedo de ser asesinados”, relató una madre de familia que ahora se refugia en una comunidad del estado de Sinaloa con sus hijos. Como ella, muchos temen regresar a sus hogares mientras persista la ola de violencia.
A pesar de los anuncios de las autoridades estatales y federales de garantizar la seguridad en la zona, los habitantes aseguran sentirse abandonados. “No vemos la presencia de policías ni del Ejército. Estamos solos”, lamentó un desplazado.
Las condiciones del desplazamiento son precarias. Familias completas han tenido que improvisar refugios, enfrentándose a la falta de recursos y apoyo humanitario. Organizaciones locales y algunos ciudadanos solidarios de Sinaloa han comenzado a movilizarse para brindar ayuda, pero la magnitud del problema requiere una intervención inmediata de las autoridades.
El éxodo de los habitantes de Guadalupe y Calvo es un reflejo de la creciente crisis de violencia en Chihuahua, donde la disputa entre grupos criminales sigue cobrando víctimas y dejando a miles de personas en situación de vulnerabilidad.
Mientras tanto, el llamado desesperado de estas familias sigue siendo el mismo: paz y seguridad para poder regresar a sus hogares.