Gpe. y Calvo clama por seguridad mientras las autoridades se reúnen en Palacio de Gobierno sin resultados
La violencia en Guadalupe y Calvo sigue desbordándose, y mientras las familias se ven obligadas a huir por miedo a los constantes enfrentamientos armados, las autoridades continúan reunidas en mesas de seguridad sin ofrecer respuestas efectivas.
La situación es cada vez más insostenible para los habitantes de este municipio, quienes claman por la presencia urgente de los tres órdenes de gobierno, mientras ven cómo sus vidas se ven desplazadas y amenazadas.
Este lunes, el Fiscal General del Estado publicó en redes sociales que, en Palacio de Gobierno, se llevó a cabo una nueva edición de la Mesa Estatal de Seguridad. Según la publicación oficial, en este encuentro, representantes de los distintos niveles de gobierno analizaron la situación de seguridad en la entidad y establecieron nuevas estrategias para reforzar la protección de los ciudadanos.
Sin embargo, este tipo de reuniones no parecen tener un impacto real en las comunidades afectadas, como es el caso de Guadalupe y Calvo, donde los enfrentamientos armados son una constante que ya ha forzado a varias familias a abandonar sus hogares, incluso desplazándose hacia otros estados como Sinaloa.
“La Mesa Estatal de Seguridad refleja el compromiso de las autoridades para mantener la paz y la seguridad en el Estado”, citó la publicación oficial.
Eso es una declaración vacía e insensible ante la creciente desesperación que tenemos aquí en Guadalupe y Calvo. Mientras las autoridades se sientan a dialogar en la capital del estado, nosotros estamos huyendo”, declaró un padre de familia que pidió omitir sus datos.
La disparidad entre los esfuerzos oficiales y la cruda realidad en las calles es alarmante. Los ciudadanos, que día tras día viven con el miedo de los enfrentamientos, no ven resultados de las acciones gubernamentales, y mucho menos sienten que las autoridades están a la altura de la crisis. En lugar de soluciones inmediatas, las mesas de seguridad parecen ser solo una vía para que los funcionarios sigan compartiendo diagnósticos sin poder ofrecer respuestas reales.