‘Paddock era el principio y el final de la tragedia’
Las Vegas.- De momento, nadie sabe con precisión las causas del atentado. La reivindicación del ISIS fue rechazada por el FBI, y los antecedentes conocidos hasta ahora tampoco confirman ninguna pulsión asesina. Lo anterior lo publicó el diario El País.
Stephen vivía con su compañera en una pacífica urbanización para mayores de 55 años, su hermano lo consideraba un multimillonario retirado y el único punto inquietante de su biografía era su padre, Benjamin Paddock: un peligroso ladrón de bancos que llegó a figurar en los años sesenta en la lista de los 10 más buscados del FBI.
Antiguo empleado del gigante armamentístico, Lockheed Martin, a sus 64 años acudía con frecuencia a los casinos a jugar al póquer, disfrutaba de los conciertos de música country y entre sus pasiones figuraba volar y cazar.
Tenía a su nombre dos aviones, una licencia de piloto y otra de caza mayor en Alaska. El sheriff del condado, Joe Lombardo, calificó de “psicópata” a Paddock y le equiparó a un “lobo solitario”.
SE ADELANTÓ
Aunque la intervención policial fue fulminante, fracasó en su intento de atrapar a Paddock con vida.
En contra de las primeras versiones, el asesino no cayó en su habitación a manos de los SWAT, cuerpos policiales de intervención rápida, sino que se suicidó con sus propias armas.
De este final se sabe poco, igual que de su vida. El móvil, de momento, sigue siendo un misterio. Pese a ello la policía no teme ningún nuevo ataque.
SIN ANTECEDENTES
El dueño del comercio de Nevada que le vendió armas a Stephen Paddock, el sospechoso, afirma que su historial delectivo era correcto para poder comprarlas, según informó la cadena MSNBC.
Entre el arsenal hallado en casa del sospechoso, en Mesquida (Nevada), también figuran “dispositivos electrónicos” que está siendo analizados, de acuerdo con Joe Lombardo.